Motor

Citroën C3 BlueHDI 100 CV

Inspirado en el Captus y mucho más juvenil y desenfadado

Mariano García Viana | Domingo 18 de junio de 2017
Después de más de tres millones de unidades vendidas en todo el mundo, Citroën decidió hace unos meses da una vuelta de 360º a su modelo compacto, pasando de un diseño pseudomonovolúmen a uno más de berlina, pero con unos rasgos superpersonales, coloristas y sobre todo juveniles, que recuerdan al ya superventas Captus.

Efectivamente el C3 es un coche completamente nuevo, tanto en su concepto general como en su diseño, aunque eso sí, conserva el espíritu innovador de Citroën. El frontal desde luego es inconfundible de la marca y se identifica rápidamente su procedencia, debido a la presencia de los típicos chevrones y su doble línea cromada que se estira hasta los faros diurnos LED y muestran toda la anchura del coche. Los grupos ópticos delanteros están diseñados con formas redondeadas como es resto del coche. En la parte inferior, el paragolpes está tintado para proteger al vehículo y darle un espíritu más aventurero. Las líneas de color alrededor de los antiniebla, así como los dos montantes negros del parabrisas, que hacen que parezca que el techo, que puede ser de color distinto al de la carrocería, flote, contribuyen a dar un aspecto desenfadado al modelo. El trabajo sobre la proporción entre la chapa y la superficie acristalada es muy acertado y destacan en esta vista lateral los prominentes pasos de rueda cuyas generosas llantas son de 17”, lo que hasta le da un cierto aire de crossover al C3 pues al ser de gran tamaño elevan el coche en altura con respecto a suelo. En la parte trasera, las aletas tienen curvas generosas que insisten de ese modo en proporcionar una mayor anchura al coche. Son igualmente redondeados los grandes pilotos con efecto tridimensional.

Como su hermano “mayor” el Captus, el nuevo C3 dispone de los llamativos Airbump® , protegiendo la carrocería y reforzando al mismo tiempo el estilo del vehículo. La superficie de éstos es antirayados con aire encapsulado en su interior por lo que hace el papel de paragolpes. El material utilizado, Polyuretano termoplástico alifático, permite resistir las agresiones del uso diario: sol, agua, envejecimiento, rayados. En este caso del C3, los Airbump® se componen de 6 cápsulas que como hemos dicho incluyen aire encapsulado y están situadas en la parte baja de la puerta, una zona particularmente vulnerable en la ciudad.

El habitáculo del C3 es de lo más original y colorista. El salpicadero muy horizontal, mezcla el color negro de los plásticos con el color camel de las inserciones de piel, que se reparten en el frontal del mismo, desde las salidas de aire centrales hasta la de la zona del acompañante, en parte del aro del volante multifunción, en los reposabrazos de las puertas o en los bordes anteriores de las banquetas de los asientos y en los ribetes de las alfombrillas. Todo da como resultado una juvenil y moderna apariencia, a lo que contribuye el que el cuadro, muy fácil de comprender, está compuesto por los dos grandes relojes de velocímetro y cuentavueltas, separados por una pantalla que refleja diversos datos del ordenador y el útil indicador digital de velocidad. Sobre ella se sitúan los más pequeños indicadores de nivel de combustible y temperatura del líquido refrigerante. Sobre la consola, de forma superpuesta y dejando libres las salidas de aire se encuentra la pantalla multifunción de 7 pulgadas, que funciona de forma táctil. Bajo ella teclas de funciones auxiliares, un pequeño hueco portaobjetos, el botón de arranque y los enchufes para MP3 y auriculares y una toma de corriente de 12 voltios. Y ya en la parte horizontal un generoso hueco, la palanca de cambios y el freno de mano.

Los asientos son realmente cómodos y los delanteros sujetan bastante bien el cuerpo. Aunque el espacio del que disponemos es bastante generoso, el asiento trasero es más adecuado para dos personas que para tres. El maletero se puede calificar de correcto, dadas las dimensiones exteriores del modelo, con 300 litros de capacidad, que se pueden ampliar hasta los 922 litros, abatiendo el asiento trasero, Como dice Citroën, en el C3 se ha pensado que el habitáculo sea como una prolongación de la propia casa, es decir tiene detalles no convencionales, pero cotidianos en otros usos, como los tiradores interiores de las puertas, que son similares a los de una maleta. Pero aparte de todo este diseño interior que algunos llaman “feel good” por lo acertado y lo agradable que resulta dentro de una funcionalidad de primer orden, el C3 también ofrece adelantos tecnológicos del mismo orden, como es la “ConnectedCAM Citroën”, que se trata una cámara con un gran angular de 120º, full HD, de 2 millones de pixeles, un GPS y una memoria interna de 16Gb, que situada justo detrás del retrovisor interior, graba lo que la persona que conduce ve en el exterior del vehículo frente a él. Además con un simple clic el conductor puede tomar una foto de lo él ve y compartir su contenido en las redes sociales. Igualmente, en caso de accidente la grabación es automáticamente activada y permite guardar un minuto treinta segundos de grabación (30 segundos antes y un minuto después), lo que puede ser útil para utilizar en caso de prueba del accidente.

La versión probada montaba el motor diesel BlueHDI de 99 CV, una motorización que ya hemos utilizado en otros modelos de la marca y que, como en anteriores ocasiones nos ha sorprendido gratamente. Su par es de 254 Nm a 1.750 r.p.m., lo que da idea de que desde muy bajas vueltas comienza a empujar con fuerza, sin vibraciones y con un ruido moderado para ser un diesel de cuatro cilindros. Sus prestaciones son más que dignas, 185 km/h de velocidad máxima y una aceleración de 0 a 100 km/h de 10,6 segundos. Es francamente agradable manejarle, como lo es en general el coche, con la ventaja de contar con el Star&Stop que colabora en que el consumo mixto sea solo de 3,7 litros a los 100 kms.. Las suspensiones con un tarado más bien blando proporcionan un elevado índice de confort y aunque al conducir rápido por zonas viradas el coche se inclina notoriamente, la seguridad no se ve afectada en absoluto, ya que el sistema McPherson más la barra estabilizadora de las ruedas delanteras y el de rueda tirada en el eje trasero, sujetan firmemente el coche y evitan balanceos imprevistos.

El cambio de 5 velocidades se maneja fácilmente y dispone de un alto grado de precisión y eficacia, pues las relaciones están muy bien estudiadas para que el motor muestre su probada efectividad. Y hablando de ella, lo mismo se puede aplicar a los frenos, que detienen el coche sin problemas por muy deprisa que se circule y por mucho que se utilice.

En definitiva, un nuevo C3 con un aspecto muy “punchy”, como diría un posible cliente del modelo, tiene clase y se sale de lo habitual, por lo que no es nada descabellado pensar, que llevará el mismo camino que el C3 anterior, del que se vendieron 3,5 millones de unidades desde 2002. Virtudes y estilo tienen para ello.


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