“Para disfrutar de nuestras vacaciones sin temor a los imprevistos, debemos tomar conciencia de que las precauciones comienzan ya en el momento de hacer el equipaje”, recuerda Eduardo González Zorzano, experto de Cinfa.
Los residentes en España realizaron 182 millones de viajes en 2016, un 3,7% más que el año anterior, según la encuesta de Turismo de Residentes, realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Ante este incremento en los desplazamientos y con el comienzo de la temporada estival, el experto del Departamento Médico de Cinfa Eduardo González Zorzano recuerda que, para disfrutar de nuestras vacaciones sin temor a los imprevistos, “debemos tomar conciencia de que las precauciones comienzan ya en el momento de hacer el equipaje”.
“Por tanto, en nuestra maleta no deben faltar fotoprotectores de factor 30 o superior, un botiquín con los medicamentos más básicos, calzado cómodo para evitar las ampollas y rozaduras y, si se trata de un destino de sol, gorros y gafas para protegernos de sus rayos”, añade Eduardo González Zorzano.
Medidas preventivas si viajamos a países tropicales
Por otra parte, de los viajes que se realizaron en 2016, nueve de cada diez (91,4%) tuvieron como destino nuestro país y el 8,6%, el extranjero. En caso de viajar a zonas tropicales, la prevención debe ser todavía mayor. En primer lugar, se debe acudir con antelación suficiente al Centro de Vacunación Internacional, con el fin de informarnos sobre las vacunas necesarias en la zona y, durante el viaje, “llevar con nosotros un buen repelente de mosquitos que cuente entre sus principios activos con la dietiltoluamida (DEET)”, apunta el experto.
Tampoco pueden faltar los antidiarreicos e, incluso, los laxantes, pues nuestro estómago hará frente a nuevas gastronomías e, incluso, a horarios de comidas a los que no está acostumbrado. “Igualmente, debemos seguir una correcta higiene del sueño para prevenir el jet-lag tras desplazamientos muy largos y, en climas calurosos, beber mucha agua para mantenernos hidratados, aunque esta no puede ser del grifo si nos encontramos en países en vías de desarrollo. Es cierto que viajamos para descansar y relajarnos, pero nunca debemos desconectar del cuidado de nuestra salud”, concluye el experto de Cinfa.
Diez consejos para unas vacaciones saludables
Protégete adecuadamente del sol. Elijamos un destino de playa, naturaleza o cultural, en vacaciones siempre pasamos más tiempo al aire libre. Por este motivo, en tu maleta no deben faltar, además de fotoprotectores de factor 30 o superior que te protejan frente a las radiaciones UVA, UVB e IR-A, las gafas de sol y un sombrero.
Refuerza las frutas y verduras en tu dieta. El estreñimiento es un compañero de viaje habitual, por lo que, en vez de relajarte en la dieta, trata de consumir alimentos ricos en fibra como las frutas y verduras, que favorezcan el tránsito intestinal. También es recomendable practicar a diario un poco de ejercicio.
Bebe líquido abundante. Más que nunca en vacaciones, recuerda ingerir como mínimo dos litros de agua al día para mantener tu organismo hidratado. Te ayudará tanto a hacer frente al calor como a evitar los problemas intestinales. En caso de visitar países en vías de desarrollo, toma siempre agua embotellada y evita los hielos.
Frente al jet-lag, mantén una correcta rutina del sueño. Tras un vuelo de larga distancia, tu reloj interno tiende a prevalecer frente a los husos horarios del nuevo destino. Para evitar la somnolencia o el insomnio, intenta dormir lo máximo posible durante el vuelo, en caso de que llegues temprano al lugar de destino y, en caso de que llegues por la noche, acuéstate lo antes posible. Posteriormente, trata de mantener un horario de sueño regular.
Evita la ropa ceñida y mueve las piernas con frecuencia. Para evitar la sensación de piernas cansadas y la retención de líquidos, son convenientes las prendas holgadas que favorezcan la circulación. Si haces viajes largos en coche o avión, mueve frecuentemente pies y piernas, realizando giros de tobillos, y, si es posible, pasea cada cierto tiempo.
Presta atención a tus pies. Sobre todo cuando se hace turismo, es necesario utilizar un calzado flexible y de anchura adecuada a nuestros pies, a fin de prevenir la aparición de rozaduras, callos o ampollas. Opta por los zapatos de planta acolchada o, en su defecto, utiliza una almohadilla plantar. También es fundamental secar e hidratar bien los pies, y en piscinas o zonas comunes, utilizar escarpines o chancletas para evitar el desarrollo de hongos.
No te dejes puesto el bañador húmedo. La humedad en la ropa tras el baño favorece el crecimiento de las bacterias que provocan la cistitis o infección del tracto urinario, por lo que es mejor que te pongas ropa seca cuanto antes.
Cuidado con las picaduras. Para huir de los mosquitos, prescinde de colonias o jabones con aromas demasiado dulces o intensos, ya que atraen su atención. En las zonas de mayor riesgo, también resulta conveniente usar ropa que cubra toda la piel, recurrir a mosquiteras y, sobre todo, aplicarse los correspondientes repelentes de mosquitos siguiendo las instrucciones del fabricante.
En guardia contra las enfermedades tropicales. Si viajas a destinos exóticos, conviene que acudas con un par de meses de antelación al Centro de Vacunación Internacional de tu ciudad para informarte acerca de las vacunas o precauciones necesarias en la zona. Es importante cumplir rigurosamente el calendario de vacunación que te indique el especialista.
Prepara un botiquín con los productos esenciales y tu medicación habitual. El agua oxigenada,desinfectantes cutáneos, las gasas esterilizadas y el esparadrapo te permitirán limpiar y curar de manera rápida una herida. Los analgésicos, antigripales, antidiarreicos y antihistamínicos también te pueden resultar muy útiles, al igual que las pastillas contra el mareo. Además, si padeces alguna enfermedad crónica, no olvides llevar contigo la medicación que necesitas para todo el tiempo que permanezcas de viaje.