El ecógrafo manejado remotamente está físicamente operado por el astronauta a bordo de la estación espacial, pero es controlado por un técnico en la Tierra a través de TeamViewer. El astronauta sólo necesita un conocimiento básico de la anatomía humana para colocar la sonda del ecógrafo sobre el área del cuerpo que necesita ser explorada. Los análisis son realizados por expertos en ultrasonido en la Tierra. La calidad de la imagen transmitida es excelente y la capacidad de respuesta de la sonda es excepcional, permitiendo así un diagnóstico médico rápido y preciso con el fin de garantizar que los astronautas regresen sanos y salvos de su misión.
Los científicos responsables del experimento ECHO tuvieron que tener en cuenta las limitaciones inherentes a la situación a la hora de elegir equipo: la necesidad de preservar la confidencialidad de los datos y proteger el ecógrafo en la ISS, las normas de seguridad de la estación y las limitaciones técnicas vinculadas a la red.
El CNES necesitaba de un producto teleoperado que fuera capaz de crear un enlace entre el especialista y el paciente. TeamViewer fue capaz de adaptarse a la perfección a esas necesidades, proporcionando sonidos, imágenes, video y transferencia de archivos. TeamViewer ha trabajado junto al CNES para diseñar un enlace privado de fácil uso que permita a investigadores de la Tierra y del espacio interactuar y revolucionaer el conocimiento del impacto de los viajes espaciales en los humanos.
El proyecto será presentado durante la conferencia CRIP de este año, el 21 de junio en París, donde expertos del CNES hablarán sobre el caso en detalle.