Sábado 23 de enero de 2016
Los efectos del Cambio Climático están a la orden del día y nuestras acciones cotidianas influyen en que las consecuencias del mismo sean de mayor o menor grado.
La sola decisión de subir o bajar un grado centígrado la calefacción, hará que los consumos energéticos de nuestro hogar se vean incrementados en un 7% respecto al consumo total, lo que implica un mayor coste económico y medioambiental.
Partiendo de la importancia que conllevan los cambios sutiles en la temperatura de consigna en nuestro hogar, es necesario estudiar bien cómo se realizará la gestión de la climatización.
Según el RITE
El Consejo de Ministros en agosto de 2008 aprobó el Plan de Activación del Ahorro y la Eficiencia Energética 2008-2011 que contenía 32 medidas, entre las que se encontraba la obligación de limitar las temperaturas en el interior de ciertos establecimientos, con el fin de reducir su consumo de energía. Para ello, se desarrolló un Plan que hizo modificar el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), y en concreto su Instrucción Técnica IT-3 dedicada al mantenimiento y uso de estas instalaciones.
Dentro de esta Instrucción Técnica IT-3 se dice que “la temperatura del aire en los recintos calefactados no será superior a 21ºC, cuando para ello se requiera consumo de energía convencional para la generación de calor por parte del sistema de calefacción”. Lo que para ciertos edificios es una obligación, se puede trasladar como una recomendación para la temperatura del hogar.
Según el IDAE
Asimismo, el IDAE da también unas recomendaciones respecto a la gestión y uso de la calefacción en el hogar:
Ajustar el encendido de la calefacción a la horas en las que esté habitada la vivienda
Apagar la calefacción o bajar el termostato a 15-17ºC por la noche - Ajustar el termostato a 20-21ºC cuando exista demanda de calor
Utilizar ropa de abrigo para estar en casa
Bajar las persianas por las noches para que no se escape el calor
Correr las cortinas para evitar que entre el frío a través de los cristales
Como se puede observar, ambos organismos coinciden en el valor de los 21ºC como el recomendable para un uso eficiente de los sistemas de calefacción.
¿Qué ahorros se pueden conseguir?
El Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) afirma que, por cada grado centígrado que se reduzca la temperatura de consigna en calefacción, se puede ahorrar un 7% del consumo.
Esto puesto en práctica quiere decir, que si tenemos el termostato de la calefacción fijado a 23ºC, el hecho de bajar esta temperatura de consigna a los 21ºC recomendados resultará en unos ahorros del 14% del coste en calefacción, y todo ello sin haber realizado ningún tipo de inversión.
A partir de ahora se acabaron las discusiones sobre la temperatura de la calefacción en casa. Utilizar la temperatura ideal para una calefacción eficiente, permitirá ahorrarnos dinero y reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera. ¿A cuántos grados la tienes tú?.
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