Economía

Comprar o alquilar, he ahí la cuestión

Estefanía González, Kelisto.es

OPINIÓN: Por Estefanía González, portavoz de Finanzas Personales de Kelisto.es

Lunes 24 de julio de 2017
La compra de vivienda vuelve a marcar cifras récord, pero ¿es una buena opción para todos los bolsillos?

Que alquilar significa tirar el dinero o que comprar una vivienda ata mucho a los propietarios son dos tópicos asociados a uno de los grandes dilemas financieros a los que todo consumidor se enfrenta alguna vez en la vida: ¿qué es mejor, comprar o alquilar?

Para resolver la duda, hay que tener en cuenta que comparar el coste mensual del alquiler y del pago de la una hipoteca solo tendría sentido si el préstamo elegido fuera fijo. Si se eligiera uno variable, la cuota mensual podría variar notablemente con el paso del tiempo debido a las oscilaciones del euríbor.

Antes de elegir también es importante tener en cuenta el horizonte temporal: si buscas una casa para vivir los próximos 30 años, los gastos iniciales de la operación habrán merecido la pena. Ahora bien, si por motivos laborales, personales o por otras causas crees que pasarás poco tiempo en la misma vivienda, es muy probable que ese desembolso no te salga a cuenta.

Ventajas y desventajas de comprar una vivienda

Una de las ventajas de la compra de vivienda tiene que ver con la jubilación. Al llegar a esta etapa, los ingresos de un consumidor se reducen, de media, un 26%, según la OCU. Lo normal es que, para ese momento, tu casa ya esté pagada, por lo que podrás restar de tu presupuesto mensual la partida destinada a vivienda, que suele ser la más importante.

Otra de las ventajas de la compra tiene que ver con la previsible revalorización de la vivienda. La teoría dice que un inmueble se revaloriza con el tiempo: ahora bien, ni esto es 100% seguro, ni es probable (ni saludable) que lo haga al ritmo que lo hizo durante los años del boom.

Por supuesto, y aunque suene a obviedad, no hay que olvidar una tercera ventaja: ser propietario te permite hacer las obras y reformas que quieras sin que nadie te ponga limitaciones.

En el plano negativo, una de las primeras barreras para la compra de vivienda está relacionada con los ahorros. Un consumidor debería disponer de, al menos, un 30% del valor de la casa que desee comprar para afrontar la operación: el 20% que no te dará el banco (porque las hipotecas suelen ofrece el 80% del valor de tasación de una casa) y un 10% para impuestos y gastos iniciales.

Entre los aspectos negativos de la compra de vivienda figuran los gastos que, de estar de alquiler, nunca se tendrían que asumir: por ejemplo, el pago de impuestos y tributos o los gastos de comunidad.

La última desventaja de la adquisición de un inmueble está relacionada con las variaciones en la cuota mensual de la hipoteca. Antes de tomar una decisión, es importante echar cuentas y calcular qué pasaría si este índice volviera a los máximos de 2008 y si tu economía familiar sería capaz de costear este extra.

Ventajas y desventajas de vivir de alquiler

Una de las principales ventajas de vivir de alquiler es que el colchón necesario es mucho menor al que haría falta tener para comprar una vivienda. En principio, solo sería necesario el importe de la fianza, que según marca la ley, debería equivaler a una mensualidad, aunque el propietario y el inquilino pueden acordar que sea mayor.

En cuanto a la evolución del coste del alquiler, hay que tener en cuenta que, para los contratos firmados antes de junio de 2013, la mensualidad se actualiza año a año. Eso sí, no siempre sube: se tendrá que mover al ritmo que haga el IPC, bien sea al alza o a la baja. Desde 2013, la norma determina que propietario e inquilino tienen libertad para determinar los criterios con los que actualizarán la mensualidad que se pagar por el alquiler de una vivienda.

Otra de las ventajas del alquiler es la flexibilidad. En caso de que atravieses una mala racha económica o de que, por motivos de trabajo, no puedas seguir viviendo en el mismo sitio, podrás abandonar la casa y marcharte a otro sitio.

La última gran ventaja del alquiler tiene que ver con la fiscalidad. Frente a la compra de vivienda (cuyas ventajas fiscales solo se aplican a viviendas adquiridas hasta 2013), quienes viven de alquiler sí disponen de ciertos beneficios ante Hacienda. Eso sí, esas ventajas varían en cada Comunidad Autónoma y suelen estar ligadas a la edad del contribuyente y/o a sus ingresos.

Frente a estas ventajas, el arrendamiento también presenta importantes inconvenientes. En primer lugar, si vives de alquiler llegado el momento de tu jubilación, el esfuerzo que realizas para pagar tu casa seguirá siendo el mismo que hacías antes, pero tus ingresos serán menores. Esto puede hacerte pasar ciertas dificultades para cuadrar tu presupuesto mensual.

Además, aunque parezca obvio, no está de más recordar que, al contrario de lo que ocurre con la compra, pese a estar pagando una casa durante muchos años, el inmueble alquilado nunca será tuyo.