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La banca debe contar con modelos eficientes para poder calcular correctamente las provisiones exigidas por IFRS9

Martes 25 de julio de 2017
La propuesta de AIS Group integra los requisitos regulatorios en la gestión de las entidades financieras, de manera que la inversión necesaria para cumplir con los objetivos normativos permite, también, la conducción estratégica, reducir su riesgo operativo y contribuir a alcanzar los objetivos de negocio de cada institución.

AIS Group ha lanzado la IFRS9 Suite que permite a la banca cumplir fácilmente con los requisitos de las normas IFRS9 (o NIIF 9 con las siglas en español) y realizar una gestión del riesgo óptima. Según AIS Group, tal como demuestran estas normas, así como los test de estrés y otras iniciativas, uno de los objetivos principales de los reguladores es asegurarse de que el sistema financiero tenga una buena calidad crediticia y sea solvente, es decir, que disponga de suficientes reservas para evitar más situaciones con impacto tan negativo sobre la economía como las vividas en los últimos años. Dado que deben cumplir con este mandato, los bancos deben procurar calcular sus provisiones de la manera más ajustada posible, de modo que las coberturas sean suficientes, pero no excesivas, lo que impactaría negativamente sus resultados.

Fieles a su idea de que las exigencias regulatorias deben transformarse en oportunidades de negocio, la consultora AIS Group ha preparado una suite informática para integrar los requisitos de IFRS9 en la gestión de las entidades financieras. Esta suite abarca desde la parametrización de los modelos, a la simulación de escenarios macroeconómicos, el análisis y seguimiento de los resultados, y la confección automática de informes, tanto internos como los exigidos por el regulador. El objetivo es optimizar la gestión, reduciendo paralelamente el riesgo operativo derivado de procesos manuales.

Nueva normativa

Las normas IFRS9 entran en vigor el 1 de enero de 2018 y comporta numerosos cambios para la banca en materia de organización, metodología y tecnología, afectando a distintas áreas de las entidades desde Dirección, Contabilidad y Finanzas, hasta Riesgos, Auditoría, Validación y Sistemas (Informática).

Uno de los principales cambios se da en el cálculo de provisiones que debe realizar la banca, que pasa a centrarse en la pérdida esperada en lugar de en la pérdida incurrida. Es decir, cada entidad debe provisionar por las pérdidas que espera tener y no por las que ya se han materializado.

El Banco de España acaba de modificar su normativa sobre cálculo de coberturas, dejándola prácticamente en coincidencia con los estándares de las normas contables internacionales IFRS9. “La metodología es la que se venía utilizando, pero los pesos de algunos productos que intervienen en el cálculo están algo más ajustados”, comenta José Manuel Aguirre, economista y director comercial de AIS Group..

Por su parte, a principios de junio, la Autoridad Bancaria Europea (EBA) publicó una guía para anunciar cómo será el nuevo ejercicio de stress test de la banca en 2018, que será el primero que ya incorpore los estándares contables de IFRS9.

Las tareas más urgentes derivadas de IFRS9

“Para adaptarse al enfoque y requisitos de esta nueva normativa, una de las tareas más críticas a las que deben hacer frente las entidades financieras es la restimación de sus modelos de cartera, que son los que intervienen en el cálculo de provisiones”, afirma Aguirre.

Por su parte, los modelos de admisión, que evalúan la concesión de créditos, aunque no se ven directamente afectados por IFRS9, también conviene restimarlos, pues actualmente trabajan en base a una información histórica procedente de una situación económica de crisis. “El escenario macroeconómico está cambiando hacia una situación más favorable, con un mayor crecimiento, por lo que los modelos deben restimarse para trabajar bajo este nuevo universo”, añade el economista.

La ventaja de incorporar alertas tempranas

Además de actualizar los modelos, para un correcto control y gestión del riesgo bajo el paradigma de IFRS9, es necesario establecer sistemas de alertas capaces de anticipar la evolución de las cifras de balance (patrimoniales y pérdidas y ganancias), para detectar el deterioro antes de que se produzca un impago real. De este modo, es posible tomar medidas que prevengan y mitiguen situaciones adversas. Esto además favorece el obtener un buen resultado en los tests de estrés, pues hacen ganar en eficiencia al adelantarse a situaciones de empeoramiento del riesgo.

“Gracias a técnicas de machine learning se aprecian más correlaciones y casuísticas entre las muchas variables que determinan los escenarios macroeconómicos que con otros métodos más tradicionales, lo que también contribuye a que el sistema consiga detectar situaciones de deterioro con mayor antelación”, revela el director comercial de AIS.

Automatización para ganar en eficacia

La automatización de procesos como los de validación y auditoría son también una apuesta necesaria que debe realizar la banca para aumentar su eficacia y su eficiencia. Esta automatización es clave en la parametrización de los modelos, así como por el análisis y la explotación de los resultados para anticiparse al deterioro, así como obtener los reportes requeridos por la normativa internacional. “Cuanto más automatizado –declara José Manuel Aguirre- más se reduce el riesgo operativo de la entidad.”

30 años innovando para el sector financiero

AIS Group cumple este 2017 treinta años asesorando y diseñando soluciones y herramientas para el sector financiero, para dar respuesta a sus necesidades, siempre valiéndose de los más recientes avances tecnológicos y metodológicos.

El presidente y director de la compañía, Ramon Trias, afirma que en ésta como en tantas otras ocasiones anteriores, el objetivo de AIS ya sea con la IFRS9 Suite, con la restimación de modelos, o con la definición del stage allocation es colaborar con la banca para que tenga su riesgo bajo control, de un modo lo más automatizado posible, permitiendo un aprovisionamiento óptimo.

De nuevo, AIS Group apuesta por integrar los requisitos regulatorios en la gestión de las entidades financieras, “de manera que la inversión necesaria para cumplir con los objetivos normativos sea también una oportunidad para reducir su riesgo operativo y contribuir a alcanzar los objetivos de negocio de cada institución”, concluye Trias.

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