Para seguir el ritmo de las nuevas tecnologías aplicadas al marketing, hay que saber fijarse también en los gustos del público y en proporcionales una experiencia, cuanto menos novedosa, para obtener una respuesta a cambio. Pensando en las personas es como se configuran muchas de las iniciativas actuales, dando una oportunidad única de participación. Y, precisamente, el geomarketing motiva un evento único, amplificado y medible. También la globalización juega un papel muy importante y se convierte en un cómplice incuestionable de apoyo.
La alianza entre marketing y geografía enfoca la atención hacia la interactuación del usuario con la marca y este acercamiento posibilita unas buenas condiciones que aseguran una respuesta rápida y guiada de todo el desarrollo. “Conocer el entorno de una convocatoria de geomarketing es vital para lograr una buena aceptación así como una difusión amplia de lo que queremos transmitir” asegura Miguel Ángel Rodríguez Caveda. La obtención de información es importante porque, a través de ella, se estudian los pasos dados y se conoce más de cerca la situación del mercado. Con las conclusiones expuestas, se puede mejorar, evitar errores futuros y marcar nuevas metas para las empresas, adecuadas mejor que nunca a los participantes.
La principal ventaja de la geolocalización es que dirige el tráfico al punto estratégico y ayuda a la segmentación de público. Actualmente son muchas las aplicaciones que se sirven de esta herramienta para construir su imperio tecnológico; Facebook, Instagram, Foursquare o Trip Advisor son algunos de los ejemplos de mayor interactuación virtual entre internautas. Cada una de ellas utiliza de manera distinta el geomarketing, acomodándose a sus ventajas y, sobre todo, a los gustos y demandas de los usuarios. Así es como funciona una de las más conocidas aplicaciones para encontrar un amor de verano o al de tu vida entera; Tinder emplea el sistema de geolocalización para saber quién está cerca de nosotros y, lo más importante, si resulta compatible para poder producir un primer encuentro en la misma zona.
Por otro lado, el geomarketing también es aprovechado en campañas de promoción de un producto, una idea o una colaboración entre marcas. Un ejemplo de este tipo de estrategia es la reciente campaña de ‘marketing solidario’ que ha unido al grupo Dufry y a Naciones Unidas y cuya principal referencia es el hashtag #YouNeedToKnow, que está siendo distribuido por las redes sociales gracias a los usuarios. El punto de partida son las terminales de los aeropuertos de Madrid, Málaga y Palma de Mallorca, donde los pasajeros pueden tomarse una divertida foto sobre un croma. Gracias a esta colaboración, se consigue la intervención del usuario y también un seguimiento posterior de su actividad para ser monitorizada y valorar los resultados obtenidos con la acción. “A pesar de que esta campaña tiene un fin solidario, se ha podido llevar a cabo con éxito gracias a una potente y ambiciosa iniciativa guiada por las herramientas que nos proporciona el geomarketing” comenta el CEO de 3AWW.