El Liverpool FC y el Atlético de Madrid se clasificaron para la final gracias a sus victorias 3-0 contra el FC Bayern de Múnich y 2-1 frente al SSC Nápoles, respectivamente. En un duelo muy igualado, el club de la capital de España tomó la delantera gracias al gol de Keidi Bare (minuto 33). Ya en la segunda parte, el equipo inglés, dirigido por el entrenador alemán Jürgen Klopp, consiguió empatar al transformar Roberto Firmino un lanzamiento desde el punto de penalti (minuto 83). En la tanda de penaltis el Atlético de Madrid se mostró más seguro y consiguió imponerse con un resultado de 5-4, convirtiéndose en el segundo equipo español en ganar la Audi Cup.
En el partido por el tercer puesto, el SCC Nápoles venció al triple ganador de la competición, el FC Bayern de Múnich por un resultado de 2-0, con goles de Kalidou Koulibaly y de Emanuele Giaccherini. Al igual que en la Audi Cup 2015, de nuevo se utilizó el Audi Player Index, un sistema de evaluación que sobre la base de valores de rendimiento estadístico determinó los mejores jugadores de la jornada en cada partido. En el segundo día de competición este título fue para Kalidou Koulibaly (Nápoles) en el encuentro por la tercera plaza, y para Ragnar Klavan (Liverpool) en la final. Una familia del Bayern con dos hijos disfrutó de una inolvidable Audi Cup al ganar un concurso con un premio muy especial de Airbnb: en una instalación temporal habilitada en una de las bandas del terreno de juego la familia no sólo pudo seguir los partidos desde una posición de privilegio, sino también pasar una noche completa en el Allianz Arena.