La historia de los desfiles se remonta al año 1915, cuando el presidente de esa época Alfredo González Flores, empezó a disminuir la cantidad de militares que participaban en las actividades del 15 de septiembre y a sustituirlos por escolares. Años más tarde, la imagen de Costa Rica como nación pacifista terminó de definirse y los desfiles se convirtieron en la fiesta estudiantil que se disfruta actualmente, donde miles de estudiantes de escuelas y colegios desfilan por las calles para conmemorar el grito de independencia nacional. En la actualidad cientos de miles de estudiantes son el ejército que con orgullo defiende la tradición de Costa Rica desde las aulas preparándose para ser mejores “ticos” mediante la educación.
A pesar de ser oficialmente el día 15, el Día de la Independencia, los festejos comienzan el día anterior, con un acto de recreación de la notificación de la independencia paseando la “antorcha de la independencia”a los largo y ancho del país hasta llegar a la ciudad de Cartago. Como parte de la tradición y donde toda la población canta el himno nacional a las 6 de la tarde y al unísono, a continuación se produce el “desfile de los faroles” populares. Los faroles son creaciones artísticas realizadas de materiales diversos y reciclables como el cartón de diversas formas, dotados por materiales transparentes que sirven como ventanas transparentes que permiten mostrar la luz de antorcha de la libertad. Las familias costarricenses toman de referente y punto de partida los símbolos nacionales como al bandera, el escudo, la carreta típica, algunas edificaciones emblemáticas y otras inspiraciones para darle forma al farol, mismo que simboliza la luz de la independencia y es llevado con mucho orgullo por los niños de las escuelas primarias de Costa Rica.
En los desfile de faroles los niños van ataviados con los trajes tradicionales y usualmente realizan bailes típicos en los actos cívicos de los centros educativos a los que pertenecen. Este día se cierran las celebraciones con unos espectaculares fuegos artificiales en algunas regiones del país.
Ya propiamente el 15 de setiembre, bandas escolares marchan junto con los niños vestidos de forma tradicional al ritmo de bandas con tambores, redoblantes, trompetas, saxofones, bombos y liras. Durante estos coloridos desfiles la población, disfruta del desfile en un ambiente agradable y orientado a las familias, pero ante todo a la conservación de las tradiciones y el civismo. Hay puestos de comidas típicas costarricenses a lo largo de las calles como el arroz con pollo, tamales, yuca frita, chorreadas (tortillas con sabor dulce) y otras comidas típicas
Asimismo las actividades del Día de la Independencia se trasladan a centros comerciales y lugares públicos donde tienen lugar de forma gratuita para los asistentes, espectáculos folklóricos, bailes típicos, buena música y mucho más.