Para ayudar a determinar la profundidad de la banda de rodadura, los fabricantes de neumáticos como Continental o Uniroyal instalan indicadores de desgaste entre las ranuras de la banda de rodadura. Con tres milímetros de altura, estos indicadores se encuentran entre los bloques de la banda de rodadura. Si la huella circundante se ha desgastado al nivel de los indicadores, es hora de reemplazar los neumáticos por la seguridad de los ocupantes del vehículo y del resto de usuarios de la carretera. Para localizar fácilmente estos indicadores se sitúa en el flanco del neumático el símbolo de una gota de agua alineado con cada indicador.
Con neumáticos nuevos y en buen estado se debe reducir la velocidad al circular en mojado para evitar el riesgo de aquaplaning. Si se llega a producir el aquaplaning la forma de actuar consiste en soltar el acelerador, evitar mover el volante y, si es posible, evitar también frenar. Si existe la amenaza de un accidente sí actuaremos sobre los frenos, ya que en la mayoría de los casos las ruedas traseras todavía tendrán agarre suficiente para reducir la velocidad del vehículo. Cuando los neumáticos vuelven a contactar con el asfalto se debe continuar conduciendo a una velocidad reducida.