La entidad financiera realiza cada año un inventario de sus emisiones de gases de efecto invernadero generadas como consecuencia de su actividad corporativa para calcular la huella de carbono y establecer acciones dirigidas a reducirla progresivamente. Además, la entidad ha puesto en marcha una iniciativa ambiental para convertirse en el primer banco de España y uno de los primeros de Europa que compensa el 100% de las emisiones calculadas de CO₂ derivadas del conjunto de su actividad. El objetivo es convertirse, antes de finales de 2018, en entidad “Carbon neutral” en referencia al alcance calculado de su huella de carbono.
El proyecto escogido por CaixaBank para compensar 22.949 toneladas de CO₂ emitidas a la atmósfera contribuirá al crecimiento sostenible de Chile al suministrar electricidad verde a partir de biomasa. La actividad del proyecto de Viñales generará una nueva inyección de energía limpia a la red eléctrica local y logrará un beneficio adicional de reducción de gases de efecto invernadero (GEI).
El proyecto ha generado 300 puestos de trabajo durante la construcción de la planta y actualmente emplea a 34 personas de manera estable. Además, la comunidad local se beneficia de un sistema para fomentar la relación con el entorno que tiene como objetivo, construir y mantener relaciones permanentes de confianza y de beneficio mutuo con la comunidad, buscando la creación de valor económico, social y ambiental.
Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, ha afirmado que “CaixaBank asienta la gestión de su negocio, sus proyectos, productos y servicios en el respeto y la protección del entorno, lo que implica un firme compromiso con la conservación del medio ambiente, la mejora de la eficiencia energética y el fomento de un modelo de desarrollo sostenible.” En este sentido, Gortázar ha añadido que “en CaixaBank somos conscientes del impacto que genera nuestra actividad en la sociedad y el entorno y por ello, incorporamos a nuestra gestión los criterios ESG (Environmental, Social & Governance), que constituyen la base del consenso internacional de lo que es una empresa responsable. En definitiva, trabajamos para crear valor compartido para nuestros grupos de interés de acuerdo a los valores de la entidad -calidad, confianza y compromiso social-, con el objetivo de contribuir al desarrollo de una sociedad más justa y con mayor igualdad de oportunidades”.
Reforestación de terreno improductivo en Burgos
Además, CaixaBank ha compensado otras 15 toneladas de CO₂ a través del apoyo a un proyecto de reforestación de terreno improductivo en Santa María del Campo (Burgos).Se trata de una parcela de 7,5 hectáreas que comprende los valles y páramos de los ríos Pisuerga, Duero, Esgueva, Jaramiel, Arlanza y Durantón, entre las provincias de Valladolid, Palencia, Burgos y Segovia. La reforestación de este terreno contribuye a mitigar el riesgo de desertificación y provoca un aumento de la biodiversidad en la zona.
En total, CaixaBank ha compensado un total de 22.964 toneladas de CO₂, generadas por el uso de combustibles, los gases de refrigeración y el consumo de energía eléctrica en su red de oficinas y en sus servicios centrales durante 2016, de acuerdo con las mediciones de la huella de carbono efectuadas por la entidad. Estas emisiones suponen el 63,5% de las calculadas por la entidad, que alcanzará la condición de “Carbon neutral” el año que viene, compensando el total de emisiones asociadas al conjunto de su actividad.
Para garantizar la transparencia y trazabilidad de la compensación de emisiones, CaixaBank adquiere créditos a través de proyectos del mercado voluntario de emisiones aprobados por el VCS (Verified Carbon Standard).
CaixaBank, pionera en la lucha contra el cambio climático
CaixaBank es una de las entidades financieras líderes en la lucha contra el cambio climático a nivel global. Gracias a sus políticas medioambientales, el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha otorgado a CaixaBank el sello “Calculo + Reduzco + Compenso” del Registro de Huella de Carbono. De este modo, CaixaBank se convierte en la primera entidad financiera en conseguir este sello que sirve para distinguir a aquellas organizaciones que calculan su emisión de CO₂ y cuentan con un plan de reducción de emisiones, calculándolas y compensándolas.
CaixaBank cuenta con un Plan Ambiental trianual (2016-2018), especialmente enfocado en la lucha contra el cambio climático. Entre las actuaciones destacadas de este plan figura el objetivo de que, en 2018, el 100% del consumo eléctrico provenga de energías renovables. De hecho, CaixaBank es la primera organización española incluida en la lista RE100 (junio 2016), una iniciativa que pretende incrementar la demanda y el suministro de energías limpias.
Por último, CaixaBank ha implantado diversas medidas para reducir el impacto ambiental de su actividad, entre las que cabe destacar la reducción del consumo de papel mediante la promoción del soporte digital y el uso exclusivo de papel reciclado; la sustitución de rótulos e iluminación de recintos 24 horas en la red de oficinas por otros con leds; o el diseño ecoeficiente de las nuevas edificaciones.