Además de los incendios hay otras situaciones en los comercios que también motivan la intervención del seguro en verano. Así, por ejemplo, los problemas relacionados con el agua suponen uno de cada cuatro expedientes declarados en este periodo, como consecuencia del desajuste en el cierre de grifos, llaves de paso o tuberías en mal estado, por ejemplo.
Por su parte los daños eléctricos son la causa del 17% de los siniestros en comercios que se producen en verano, consecuencia de las averías que se producen en aparatos eléctricos, como cajas registradoras y ordenadores, entre otros dispositivos.
La rotura de cristales supone un porcentaje similar al anterior, seguido de los robos, que concentran el 10% de los siniestros que se producen en el periodo estival en los comercios.
Contar con un seguro es una garantía ante estos riesgos. MAPFRE ofrece también cobertura a cerca de 700.000 pymes y autónomos, un 27,2% más que un año antes.