Motor

Kia Rio T-GDI 1.0, calidad ante todo

El competitivo segmento B se refuerza con una nueva generación de la marca coreana

Mariano García Viana | Martes 29 de agosto de 2017
Kia va camino de los 15 años en el mercado español y su evolución ha sido constante y hasta sorprendente, pasando de ser una marca minoritaria hasta conseguir entrar en el top 10 de las marcas de nuestro país, gracias a una gama cada vez más completa e interesante.

Una de las bazas más importante para conseguir no solo mantener esa privilegiada posición, sino también para ir aumentando posiciones en el ranking de ventas, es sin lugar a dudas el modelo que nos ocupa en esta ocasión, el Rio, un nombre que ya es familiar entre nosotros y que ha hecho las delicias de sus propietarios en sus distintas versiones, pero que ahora, en su quinta generación, encierra detrás un nuevo modelo en el que el salto de calidad ha sido muy significativo, como lo ha sido ya en otros modelos de la marca (Sportage, Optima, Sorento…..).

Si ese avance en la calidad y la tecnología aplicada por Kia a sus modelos, ha sido uno de los factores de su éxito, hay otro también, más sutil, pero nada despreciable. Se trata del diseño, que se puede decir que en todos los modelos de los últimos años de Kia, ha sido un verdadero éxito y por tanto el nuevo Rio no podía ser menos. De entrada, el frontal si bien conserva la típica parrilla de la marca denominada “tiger-nose”, ahora en el Río se ha hecho más estrecha en altura y más ancha, tanto que llega hasta los faros, que realmente forma una continuación de ella. Su interior es negro brillante y de alguna forma abandona su función de ventilación del motor de la que se encarga la gran toma de aire que se sitúa más abajo, a cada lado de la cual encontramos los faros antiniebla que da una sensación de mayor anchura a esta visión delantera. Y hablando de faros, éstos son de xenón y están rodeados de los leds de la luz de día.

Esta nueva generación tiene una batalla mayor que las precedentes (10 mm.), el capó más largo, con unas atractivas nervaduras y un voladizo posterior más corto. En esta visión lateral se aprecian las líneas rectas del coche lo que le hace más compacto, a la vez que transmite una sensación mayor de estabilidad y seguridad, que se transmite también a la parte trasera, menos inclinada que en otras generaciones y con una luneta casi vertical. La línea recta que recorre el coche desde la parrilla, a través de los faros y sobre la parte superior de las puertas, continúa alrededor de la parte trasera y se integra con unos pilotos traseros que ahora son de leds en forma de flecha. Las llantas de aleación en la versión probada, son de 16 radios agrupados de dos en dos y realzan el conjunto de coche que, como decimos puede presumir de un diseño moderno y personal.

En el habitáculo, como en el exterior, dominan las líneas rectas, sobre todo en el moderno salpicadero, pues lo recorren de parte a parte. El cuadro es más o menos típico, con dos grandes relojes para velocímetro y cuentavueltas, separados por una pantalla que proporciona los datos del ordenador, incluida la velocidad a la que se circula lo que siempre es útil con solo echar un vistazo. En la parte baja de cada reloj los más pequeños para temperatura y combustible. En el centro hay un nuevo sistema de infoentretenimiento, un HMI (interfaz hombre máquina) "flotante", como se emplea en cada vez más modelos, con una pantalla táctil de alta resolución de 5,0 pulgadas. Por debajo del HMI, la consola orientada al conductor tiene menos botones y, para controlar el climatizador nos encontramos con una disposición ergonómica con interruptores cóncavos y mandos giratorios. Las salidas de aire están enmarcadas en material brillante y son de forma rectangular horizontal las laterales y verticales las centrales a cada lado de la citada pantalla.

Los asientos de tela son cómodos y recogen bien el cuerpo y los delanteros ofrecen una postura ante el volante muy convincente para cualquier conductor, gracias a los reglajes (manuales) del asiento y del volante multifunción. El espacio del que se dispone para los ocupantes es de los mejores de su categoría y además se cuenta con un maletero de 325 litros de capacidad que se pueden ampliar hasta los 980 litros, abatiendo de forma sencilla el asiento trasero, su piso tiene dos niveles que se pueden manejar de forma voluntaria para así ocultar a la vista objetos que nos interesen. Por el habitáculo se pueden encontrar diversos huecos portaobjetos, entre los que destacan los de las puertas que, en el caso de las delanteras, pueden alojar hasta una botella de 1.5 litros de capacidad. Los materiales empleados son de una excelente calidad y la ausencia de vibraciones denota que todo encaja perfectamente.

El equipamiento es bastante completo en esta versión probada, tanto en elementos orientados al confort, a la funcionalidad y a la seguridad. Encontrándonos con el arranque sin llave, encendido automático de luces, así como del accionamiento del limpiaparabrisas, control de crucero, limitador de velocidad, ayuda al aparcamiento con cámara trasera, etc. Pero sobre todo hay que destacar elementos de seguridad que han permitido conseguir la máxima calificación en las pruebas Euro NCAP, pues el nuevo Rio es el primer modelo del segmento B con el sistema de asistencia a la frenada de emergencia (AEB) con reconocimiento de peatones. Este sistema utiliza un radar de largo alcance para prever posibles colisiones y ayuda a detener el coche por completo o mitigar el impacto en caso de que éste sea inevitable. También se cuenta con el avisador de cambio involuntario de carril, entre otros elementos.

El Rio probado montaba un excelente motor de gasolina de 3 cilindros y una capacidad de un litro. La potencia se cifra en los 100 CV a 4.500 r.p.m. y el par en los 172 Nm entre 1.500 y 4.000 r.p.m. Lo hemos calificado de excelente pues a pesar de tener solo 3 cilindros, solo un litro de cilindrada y una potencia de apenas 100 CV, es capaz de funcionar como un auténtico reloj, pues se muestra incansable para subir de vueltas y hasta conseguir los 180 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 10,7 segundos. Como el cambio de 5 velocidades dispone de unas relaciones muy bien adaptadas al motor, conducir el nuevo Rio es muy fácil y agradable. Desde bajas vuelas, en las que quizás sin son muy bajas, se perciben algunas dudas, el motor empuja con fuerza, como si tuviera más potencia y las recuperaciones son bastante rápidas, siempre, como decimos, que no bajemos excesivamente de revoluciones, con lo que solo tendríamos que cambiar a otra velocidad más corta y solucionado el problema pues además el manejo del cambio es suave y preciso.

La estabilidad del Rio está más que asegurada, con una suspensión tipo McPherson delante y una trasera de eje torsional, pero además los equipos de I+D de Kia han diseñado un chasis más rígido, que junto al brazo inferior del sistema McPherson también más rígido y el eje torsional trasero más elevado mejoran la estabilidad sobre todo a alta velocidad, pues además los amortiguadores traseros están en posición vertical y los delanteros con tecnología de válvulas lineales precargadas hacen más directa la respuesta al volante, así como también la respuesta de la suspensión en general sobre firmes irregulares. Por último señalar que además de los sistemas de seguridad anteriormente citados, el Rio cuenta con el Sistema de Gestión de la Estabilidad con Control Electrónico de Estabilidad, que asegura la estabilidad en frenada y en curva, detectando una eventual pérdida de adherencia.


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