El diseño de esta tercera generación del i30 es de lo más acertado, bien es cierto que de alguna forma recuerda a la anterior con lo que su identificación es fácil dada la probada popularidad de éste. Pero la realidad es que todo es prácticamente distinto en el nuevo i30. Así por ejemplo la parrilla delantera, de forma hexagonal y en forma de cascada según la marca, es nueva en su diseño y, por cierto, se convertirá en la nueva identidad de los Hyundai futuros. Ésta presenta puntos cromados y está ligeramente abombada hacia afuera, presentando el logo en su parte central superior y la siempre fea, enorme y antiestética matricula en su parte baja, pero ocupando parte de ella. Los rasgados faros de tres proyectores de tecnología leds, en esta versión, que se prolongan lateralmente, dan todavía más personalidad al nuevo frontal que se remata con la vertical luz de día y los faros antiniebla en los extremos de los paragolpes. Lateralmente el coche parece más largo de lo que es en realidad, debido a la generosa longitud del capó delantero, que además es bastante bajo, que la línea de la cintura es prácticamente recta y la tercera ventanilla se prolonga en su parte baja hacia atrás, hacia un montante trasero bastante ancho. La silueta, como todo el coche, está también muy conseguida y transmite también un coeficiente aerodinámico bastante bajo como así es (0,30). Hay que destacar también las llantas de dos tonos de 17 pulgadas. Siguiendo con los aciertos de diseño, la trasera no se queda atrás ni mucho menos. Grupos ópticos grandes y con tecnología led que también se prolongan por el lateral, luneta muy bien definida y “protegida” por un alerón que se prolonga por el lateral de la misma, un portón igualmente bien esculpido y un generoso paragolpes que hace, eso si, que la apertura del portón quede un tanto alta a la hora de cargar bultos en el maletero.
Si el exterior respira una alta calidad y un concienzudo estudio, el interior no se queda atrás. Nada más abrir la puerta se aprecia un habitáculo amplio y que se adivina confortable. Los plásticos que recubren el salpicadero y los guarnecidos transmiten una excelente calidad y sobre todo suavidad. El mencionado salpicadero está dominado por líneas horizontales y dispone de dos tonos, negro en la parte superior, gris claro en la parte media, para volver al negro en la parte inferior y en la consola que contiene los mandos del climatizador, selector del cambio, etc. El cuadro es fácil de interpretar, con los dos típicos indicadores para velocímetro y cuentavueltas, separados por una pantalla que refleja los datos del ordenador, avisadores, etc. En el centro del salpicadero se sitúa la táctil y flotante pantalla multifunción de 8 pulgadas, alrededor de la cual también se encuentran los mandos del equipo de sonido.
La postura ante el volante no plantea el más mínimo problema ya que los reglajes del propio volante multifunción y de los asientos, hace fácil acoplarse cómodamente ante él. Y hablando de cómodo digamos que los asientos así resultan, pues sujetan bien el cuerpo, son de piel y el trasero puede acoger hasta tres personas, pues hay espacio para ello, y se puede abatir para aumentar hasta los 1.301 litros de capacidad el maletero, que en posición normal ofrece 395 litros, que no está nada mal dadas las dimensiones del coche. Hemos mencionado el espacio y señalemos que el habitáculo en general del nuevo i30, es dentro de su categoría, de los modelos que más espacio ofrece a los pasajeros, sensación que se incrementa al disponer del techo panorámico. El i30 se puede decir que es un coche conectado pues se dispone de Bluetooth, función My Music, conexión para smartphones, Apple CarPlay y Adroid Auto, así como una pequeña plataforma para que se puedan cargar con móviles con solo apoyar el aparato en ella y un puerto USB. El sistema de navegación TomTom LIVE ofrece información actualizada en tiempo real: tiempo, tráfico, radares de velocidad y búsquedas online de lugares de interés. Este sistema también dispone de mapas en 3D y se pueden visualizar fotografías si se conecta una memoria USB. Pero lo que es más importante, el nuevo Hyundai también ofrece un gran número de sistemas de seguridad, como el control de crucero inteligente, la detección del ángulo muerto, la alerta de tráfico trasero, el sistema de alerta por cambio involuntario de carril, función de información del límite de velocidad, asistencia para luz de carretera, cámara trasera de ayuda al aparcamiento, el sistema de alerta de atención del conductor (DAA), el sistema autónomo de frenado de emergencia (AEB) con aviso de posible colisión frontal y activación del freno si es necesario, detección de peatones…….En fin, una multitud de sistemas más propios de coches de categorías superiores, pero que el Hyundai i30 ofrece a precio razonable.
En esta ocasión, el i30 probado montaba el motor cuatro cilindros 1.4 de gasolina, de inyección directa y turbo, con 140 CV de potencia a 6.000 r.p.m. y un par de 242 Nm desde 1.500 r.p.m.. Un motor silencioso, suave de funcionamiento y sin la más mínimo vibración, tanto que apenas se entera el conductor de la función Star&Stop en la circulación por ciudad. Desde muy bajas vueltas el motor muestra una gratificante alegría que sube en intensidad según se elevan las revoluciones. Acompañando al excelente motor nos encontramos una caja automática de doble embrague de última generación de siete marchas (7DCT) que funciona perfectamente con unos desarrollos más bien largos en sus relacione superiores, lo que si bien permiten alcanzar unos consumos reducidos que se quedan en los 5,5 litros de media, (No en vano en 7ª apenas se superan las 2.000 r.p.m.) también permiten superar los 200 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 9,2 segundos. Realmente parece que se disponen de más de los 140 CV anunciados y es de lo más agradable su utilización, pues además el i30 cuenta con 3 modos de funcionamiento, Normal, Eco y Sport, que actúan sobre la sensibilidad del pedal del acelerador y la respuesta del cambio de marchas, de forma más rápida o alargando el cambio., de todas formas, el propio cambio detecta el modo de manejo que está llevando a cabo el conductor y se adapta en consecuencia. Si se quiere una utilización manual se puede llevar a cabo a través de la propia palanca de cambios o de las levas situadas tras el volante, aunque dado el funcionamiento tan perfecto del cambio pocas veces se tratará de utilizar el sistema manual.
Para seguir con el mismo tono del motor y el cambio, el manejo y la estabilidad del i30 es de primera. A ello contribuye un nuevo chasis y una nueva suspensión trasera multibrazo que dirige mejor este tren, mientras que por su parte el eje delantero continúa siendo tipo McPherson. Con todo ello el comportamiento del coche es de lo más seguro y ágil, no mostrando ninguna reacción imprevista aunque se fuerce la marcha en carreteras viradas. La dirección es muy directa y con la asistencia suficiente para sentir en todo momento lo que ocurre entre el suelo y el conductor.
En definitiva un gran paso delante de Hyundai con esta nueva generación de su modelo más popular, el i30, tanto en el desarrollo de propio vehículo como en todas las aplicaciones mecánicas, de confort y equipamiento que le acompañan.