El Sistema avanzado de asistencia a la frenada en ciudad que monta de serie el nuevo Mazda CX-5 es un dispositivo de frenada automática de emergencia. Ayuda de forma activa al conductor a evitar alcances potenciales y, como mínimo, reduce la velocidad a la que se produce el impacto y, por tanto, el riesgo de sufrir lesiones. El sistema utiliza una cámara de visión delantera para vigilar la carretera y funciona entre 4 y 80 km/h. Cuando existe riesgo de colisión frontal con otro vehículo o con un peatón, el sistema puede reducir automáticamente la velocidad del Mazda CX-5 e incluso detenerlo por completo.
Mazda considera que el conductor y el coche deben formar un solo ente, concepto al que la marca denomina Jinba Ittai. Para conseguirlo, ha incorporado al nuevo Mazda CX-5 avances técnicos que mejoran drásticamente la conducción. Una carrocería con la estructura más rígida, mejoras en la dirección, la suspensión y los frenos, y G-Vectoring Control, un innovador sistema, basado en software, que controla la tendencia al balanceo y mejora el control del vehículo, abriendo una nueva dimensión en el placer de conducción dentro del segmento de los SUV compactos. Hasta la fecha, Mazda ha vendido más de 1,5 millones de unidades del Mazda CX-5. El modelo actual supone en torno al 25% de las ventas de Mazda en todo el mundo.
El Mazda CX-5 ya logró el pasado mes de julio la calificación Top Safety+, la más alta que otorga el Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS) en Estados Unidos. Con estos resultados, Mazda se convierte en la marca más segura del mundo, al ser el único fabricante que recibe este máximo reconocimiento en todos los modelos testados en lo que va de año por este instituto norteamericano.