Los principales países emisores en cuanto al nivel de gasto en julio fueron Reino Unido, con el 19,7% del total; Alemania, con el 12,8%; y Francia, con el 8,3%. En concreto, el gasto medio por turista británico fue de 1.013 euros, frente a los 545 euros que se gasta un extracomunitario en cada compra.
Estas cifras evidencian cómo el modelo español de turismo tiene potencial para aumentar su rentabilidad, lo que pasa por seducir a un turista de mayor calidad y capacidad de gasto. Y es que el perfil del extranjero que visita nuestro país responde, mayoritariamente, al de un ciudadano de la UE que dispone para una semana de estancia de un presupuesto próximo a los 1.000 euros.
La captación de los turistas que más dinero se gastan en destino, y por ende que contribuirán al incremento del gasto turístico, requiere levantar un modelo que, complementando el “sol y playa”, mejore el posicionamiento de España como destino de shopping.
Este objetivo exige una mejora de la experiencia de compra del viajero, para lo que, entre otras medidas, habría que sacar el máximo partido del derecho a la devolución de tax free (devolución de IVA de sus compras) que tiene el turista extracomunitario. Según el director general de Global Blue España, Luis Llorca, “la obligatoriedad de la validación digital del tax free, que llegará próximamente, dejando atrás el modelo de formularios manuales y sellos de caucho, contribuirá a agilizar el cobro y reducir trámites, mejorando la imagen de España, la experiencia del viajero, y ayudando a construir un modelo menos dependiente de la estacionalidad de la demanda”.