La independencia total de Cataluña no es posible en virtud de la Constitución Española y en opinión de Fitch habrá un acuerdo entre Madrid y Barcelona sobre la reforma regional y una mayor autonomía para Cataluña dentro de España. Sin embargo, los acontecimientos recientes subrayan su opinión de que este será un proceso difícil.
La incertidumbre en torno a las futuras relaciones entre Cataluña y el resto de España podría dañar la confianza económica y la inversión. Fitch ha comentado anteriormente que la independencia sería un shock negativo de la solvencia soberana de España. Su evaluación del impacto potencial sobre la calificación soberana de España va a seguir centrándose en las presiones en favor de una mayor autonomía, las perspectivas de un acuerdo y la potencial dislocación financiera durante la transición a cualquier nuevo acuerdo.
España se está beneficiando de una fuerte recuperación cíclica, con un crecimiento del PIB estimado en el 3,2% en 2015, la más alta entre las economías de la zona euro más grandes. Esto refleja en parte la profundidad de la recesión de España, con el PIB sigue en torno al 3% por debajo del nivel de 2008. La demanda interna está impulsando la recuperación, con el apoyo del mercado de trabajo y la confianza de los consumidores mejora, los bajos precios del petróleo y una flexibilización de las condiciones de crédito. La tasa de desempleo se ha reducido en alrededor de dos y medio puntos porcentuales durante 2015 para terminar el año en cerca de 21%, aunque sigue siendo la segunda tasa más alta de la zona euro.
Las previsiones de Fitch son de un crecimiento del PIB del 2,6% en 2016 y 2,3% en 2017, convergiendo a un potencial a medio plazo del 1,5%.
El déficit presupuestario disminuyó de 5.9% en 2014 a un estimado de 4.6% en 2015, pero está todavía por encima de la meta oficial de 4,2%. La caída del déficit presupuestario refleja la recuperación económica y los costos muy bajos de financiación, sin mejoría en el equilibrio cíclicamente ajustado. El presupuesto de 2016, aprobado en octubre, prevé un déficit del 2,8% del PIB, en línea con la recomendación de déficit del Consejo Europeo, y da prioridad a la reducción de los gastos sobre los aumentos de ingresos.
El superávit por cuenta corriente se estima que ha aumentado hasta el 1,7% del PIB en 2015. Las exportaciones crecieron cerca de un 6% en 2015, ayudadas por la depreciación del euro, mientras que la demanda interna dinámica ha levantado las importaciones en un estimado del 7%. Fitch prevé que las importaciones seguirán superando a las exportaciones, lo que contribuye a una reducción moderada del superávit en cuenta corriente de 1,3% del PIB en.
El sector financiero ha continuado recuperándose de manera constante, ayudado por un fuerte crecimiento económico y la estabilización de los precios de las viviendas. Después de un periodo de desapalancamiento agudo, los préstamos netos en 2015 se redujeron en menos del 5% y parece que va a girar ligeramente positivo en 2016. Las perspectivas del sector bancario son estables, a pesar de los riesgos de las presiones sobre la rentabilidad y la existencia de activos problemáticos. La perspectiva de Fitch sobre el 33% de los bancos calificados es positiva y los riesgos para la estabilidad financiera sistémica, reducidos.
SENSIBILIDAD DE CALIFICACIÓN
Los siguientes factores pueden, individual o colectivamente, influir en próximas calificaciones: