Motor

Audi A3 Sportback e.tron

El primer híbrido enchufable de Audi

Mariano García Viana | Martes 02 de febrero de 2016

Aunque está próxima la comercialización del Q7 e.tron, la primera versión de Audi con esa tecnología híbrida ha sido el A3 Sportback, un modelo compacto que ha demostrado ser vehículo ideal para aplicar dicha tecnología y poner a Audi a la cabeza de las marcas de los coches enchufables de mejor y más efectiva utilización.


Efectivamente, basado en la versión de gasolina TFSI de 1.4 litros de cilindrada, un par de 350 Nm y una potencia de 150 CV, un coche ya de por sí muy efectivo, interesante y agradable de conducir, Audi ha incorporado la tecnología híbrida enchufable y gracias a un motor eléctrico sube la potencia hasta los deportivos 204 CV, con un consumo mínimo de 1.6 litros a los 100 kms, en una utilización combinada de ambos motores.

Veamos pues como funciona este ecológico y eficiente modelo. En primer lugar comentemos que la electricidad se almacena en una batería de 8,8 kWh de capacidad, de los que se utilizan aproximadamente el 80 % (unos 7 kWh). Está ubicada bajo los asientos traseros, en el lugar que normalmente va el depósito de combustible, por lo que éste ha sido reubicado bajo el maletero y tiene 40 litros de capacidad. El principal modo de recargar la batería es conectándola a la red mediante un cargador que viene con el coche en el maletero en una bolas kit. Una recarga completa requiere tres horas y cuarenta y cinco minutos en una toma de 220 V y 12 A o dos horas y media en una toma de 220 V y 16 A. La conexión del enchufe con el coche está delante, tras el emblema de los cuatro aros en la parrilla. Esta pieza se desplaza lateralmente, dando acceso al enchufe y a los botones que sirven para activar o detener la carga, además de a unos testigos que advierten del estado. Cuando el coche está cerrado no se puede acceder al enchufe y, si el coche se está cargando, no se puede desenchufar.

En modo eléctrico, el A3 e-tron puede circular hasta 130 km/h, lo que realmente es excepcional entre los modelos híbridos en funcionamiento eléctrico y solo comparable al Outlander PHEV de Mitsubishi o recorrer 50 km. Como es lógico, cuando funciona impulsado únicamente por el motor eléctrico se trata de un coche muy silencioso, tanto en ciudad como en carretera porque el motor eléctrico no se oye y el habitáculo está muy bien aislado del ruido de rodadura. Hecho este que también se puede aplicar cuando funciona el motor de gasolina que es también muy silencioso. Esta circulación eléctrica es muy adecuada para la ciudad y alrededores ya que la capacidad de aceleración del motor resulta suficiente en la mayor parte de circunstancias y además permite entrar en la “almendra central” de determinadas ciudades aunque se esté aplicando el controvertido y molesto protocolo anticontaminación.

Bajo las salidas de aire central y encima de los mandos del climatizador, se sitúan una serie de botones entre los que se encuentra el que está nominado como «EV». Tiene cuatro funciones, la que sirve para circular únicamente con el motor eléctrico, otra para la función eléctrica, otra para la conservación de la carga y otra de recarga, en la que prácticamente solo funciona el motor de combustión para circular y recargar, la batería que también se recupera en las deceleraciones y frenadas, aunque este motor también actúa cuando el sistema considera necesaria su aportación para impulsar el coche o cuando intenta mantener el nivel de carga de la batería. El funcionamiento híbrido también resulta agradable por la suavidad del motor de gasolina y por el mencionado bajo nivel de ruido. Es posible activar un modo de funcionamiento que Audi llama Sport, en el que el motor eléctrico apoya al térmico antes (mientras hay carga en la batería) y da retención cuando no se acelera, algo que no ocurre en el modo híbrido normal, en el que al dejar de acelerar los embragues se abren y el coche avanza por inercia.

Estéticamente el A3 e.tron, es muy similar al de un A3 Sportback, es decir cinco puertas, compacto y manejable, pero eso sí con algunos detalles personales como es la parrilla, que tiene la silueta y las lamas cromadas, así como la parte baja del paragolpes que tiene unas líneas cromadas en sus extremos junto a las entradas de refrigeración. Los modernos faros contienen los leds de la luz de día y es de destacar que la unidad probada también estaba equipada con los faros de tecnología “full lud”, con lo que se tenía una luminosidad muy potente y uniforme. En los grupos ópticos traseros también se emplea esta misma moderna tecnología que por la noche personaliza el vehículo. El interior también hereda las mismas características del Sportback de combustión, es decir un habitáculo cómodo amplio, muy bien terminado y dotado de un equipamiento supercompleto, donde la piel está presente en volante, parte de los asiento y otros detalles. El cuadro si se diferencia del normal, pues además de ser virtual cambia el cuentarrevoluciones por un indicador de la potencia utilizada y recuperada y otro con el nivel de carga de la batería. Además, en la escamoteable pantalla multimedia es posible visualizar más datos del sistema híbrido, como los flujos de energía y el consumo del motor eléctrico y de combustión.

El comportamiento dinámico del coche es muy seguro y eficaz, muy similar a las versiones de solo motor de combustión a pesar del incremento de peso de 300 kg., con un total de 1.615 kilos. La nobleza del chasis y el equilibrado reparto de peso, así como las suspensiones, con McPherson delante y paralelogramo deformable detrás con sus correspondientes barras estabilizadoras, sujetan al coche perfectamente aunque se quiera sacar el partido a esos 204 CV de potencia. Potencia ésta que se encarga de “distribuir” una caja de cambios automática de 6 velocidades de perfecto funcionamiento.

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