En relación a la situación económica y empresarial actual en Cataluña, deseamos manifestar lo siguiente:
1. La salida de numerosas importantes empresas catalanas trasladando su domicilio social y fiscal a otros puntos de España está produciendo un grave perjuicio a la economía catalana, así como un efecto estampida de imprevisibles consecuencias.
2. La deslocalización de empresas tan relevantes supone una importante reducción del PIB catalán y de la recaudación de impuestos, así como un efecto desmoralizante entre los empresarios catalanes.
3. De no ponerse fin a la actual espiral de inestabilidad política, la economía catalana se resentirá gravemente en el corto y medio plazo.
4. Hacemos un llamamiento a la Generalitat a volver a la legalidad constitucional que, injusta e irresponsablemente, quebrantó el pasado 6 de septiembre en el Parlament, creando la actual situación de inestabilidad política y jurídica, y por ende económica.
5. La Generalitat debe someterse al imperio de la ley y al orden constitucional tal y como ha remarcado la Comisión y el Parlamento de la Unión Europea.
6. En cualquier caso, solicitamos al Gobierno de la Nación a que reinstaure el orden constitucional de forma inmediata.
7. Tememos, tal y como apuntan los primeros datos, una caída brusca de la inversión extranjera y del turismo Cataluña en el corto y medio plazo si la situación actual no se reconduce en los próximos días. Lo que afectaría gravemente a la generación de riqueza y de empleo en Cataluña, pero también de forma indirecta al conjunto de España.
8. Solicitamos a los conciudadanos del resto de España que no se dejen llevar por extremismos ni injustos boicots a productos catalanes. Ese es el juego de crispación y resentimiento que alimenta el separatismo en Cataluña. No les hagamos el juego.