Hablar en público
“¿Hablar en público yo? ¡No, por favor!”, son muchos los que en sus carreras profesionales se les ha pedido que realicen una conferencia o formación en su empresa y les ha supuesto una situación estresante. “Interpretar un papel hace que la persona controle su nerviosismo y lo trabaje desde el juego, en el que no solo participa él, sino que hay otros compañeros. Este entrenamiento ayuda a perder el miedo ante una sala llena de gente”, sostiene Inma de Miguel, directora de Complot escénico. El “juego” actoral hace ver más divertida esa tesitura en la que se tiene que hablar con naturalidad ante un público y gracias a él, se aporta seguridad y se minimizan los nervios.
¡Somos un equipo!
Por otro lado, formar parte de un grupo actoral, en el que cada uno tiene su cometido y su función, así como su papel, refuerza la capacidad de trabajo en equipo. “Al fin y al cabo los integrantes de un grupo actoral son un equipo. Entre todos tienen que contribuir de forma proactiva para que la obra llegue a buen término y deben ayudarse aun teniendo cada uno propia función para que el engranaje sea perfecto”, sostiene De Miguel.
Comunicar eficazmente
Del mismo modo, a la hora de interpretar, se trabajan habilidades comunicativas y de expresión, “en el momento en el que se trabaja un papel es esencial analizar y ensayar hasta conseguir conocer psicológicamente el personaje, abrirse y manejar sus emociones, además de comunicarlo en el grado que persigue el director de escena. Se realizan trabajos especiales de acercamiento al personaje para que el actor consiga llegar al punto de expresión y comunicación que buscamos transmitir en la obra. Esto ayuda a que, en su vida, la persona sea capaz de comunicar de un modo eficaz creando impacto en sus presentaciones, mejore su expresión, naturalidad y seguridad, además de ser más convincente en sus reuniones o intervenciones laborales, ya que lo ha podido trabajar intensamente a través de la interpretación”, analiza De Miguel.