Escalar el Monte Takao para ver el primer amanecer del año
El amanecer en Año Nuevo tiene un significado único y especial en Japón y desde la era Meiji (1868-1912) existe la costumbre de rezar durante la primera salida del sol para tener buena salud y atraer el bienestar familiar. Actualmente, multitud de japoneses se reúnen para orar en las cimas de las montañas o en zonas de playa con buenas vistas. Uno de los sitios más destacados es el Monte Takao, situado a tan sólo una hora en tren de Tokio.
Durante el 31 de diciembre y el 1 de enero están en funcionamiento tanto el teleférico como el ascensor que llevan al viajero desde las estribaciones hasta el centro de la montaña. Desde este punto hasta la cima el tiempo aproximado de trayecto es de unos 40 minutos.
Multitud de personas se unen para caminar hasta la cima del Monte Takao, situado a 599 metros sobre el nivel del mar, donde esperan la llegada del primer amanecer del año nuevo. Con las primeras luces del alba los sacerdotes del templo Yakuo-in, situado en la montaña, inician una oración para dar la bienvenida a la primera luz en un ambiente de júbilo cargado de los cantos de los sutras.
Seguir los antiguos rituales de Kioto para atraer buena salud
En el barrio de Gion de Kioto se encuentra el Santuario de Yasaka, donde entre el 31 de diciembre y el 1 de enero se celebra el Festival de OkeraMairi. Esta celebración se centra en rituales tradicionales que se inician en la tarde del 31 con la inscripción de los buenos deseos en finos listones de madera que se queman al fuego en una ceremonia sagrada.
También es tradición que los visitantes enciendan al fuego el extremo de una fina cuerda de paja, que hacen girar después de forma circular, creando pequeños círculos de luz y energía positiva. Según la tradición, quienes utilizan esa cuerda y las brasas del fuego para cocinar en casa un plato de zoni (caldo de verduras y pollo) y mochi (pasteles de arroz), o para encender una vela, disfrutarán de un año de paz, buena salud y tranquilidad.
Antes del amanecer, los visitantes acuden la Torre de Kioto para dar la bienvenida al primer amanecer del año. Sólo en el día de Año Nuevo, esta construcción de 131 metros de altura, está abierta desde las 6:30 de la mañana y es el lugar perfecto para observar una gran panorámica de la ciudad.
Saber la suerte del Año Nuevo con un Omikuji
Si el 1 de enero del nuevo año es tradicional visitar un templo o santuario, también lo es adquirir en estos espacios un Omikuji. Es una tira de papel que contienen un texto que determina el año, puede ser un poema con una explicación moral o una detallada descripción de las perspectivas de futuro en la salud, el amor y el dinero.
Recibir las bendiciones de los demoniosNamahage de Oga
En la víspera de Año Nuevo, los Namahage, deidades semejantes a los demonios visitan las casas de la ciudad de Oga, en la prefectura de Akita. Con grandes máscaras de color rojo o azul, vestimenta de paja y armados con cuchillos de madera, recorren las calles mientras gritan preguntando por los niños desobedientes. En cada casa les recibe el padre de familia, que les ofrece sake y mochi. Ante la buena hospitalidad, los Namahage bendicen la casa con buena salud, buena captura a los pescadores y buena cosecha para el nuevo año.
Tocar la pelota de la buena suerte en Kyushu
En la prefectura de Fukuoka, en Kyushu, el 3 de enero los pescadores y agricultores pelean semidesnudos por capturar una bola de 8 kilos de peso al grito de “OisaOisa”, para atraer la fortuna al equipo que pueda arrebatársela a los contrincantes y elevarla por encima de su cabeza.
Esta bola simboliza el Yang, que representa la masculinidad, mientras que la bola Yin, de la feminidad, permanece en el Santuario TamatoriEbisu tras la ceremonia de bendición.
Los orígenes de este festival se remontan a hace más de 500 años, cuando, según la leyenda, el dios Dragón (Ryujin) ofrecióestos dos presentes a la Emperatriz Jingu (170-269).
Los participantes se dividen en dos grupos: hombres dedicados al trabajo de la tierra y hombres dedicados al mar. El equipo que se haga con la pelota obtendrá una buena cosecha o grandes capturas durante el nuevo año.Durante la lucha y a pesar de las bajas temperaturas, se salpica a los participantes con agua fría.
Otras curiosidades de Navidad y Año Nuevo en Japón
- La comida familiar tradicional de estas fechas es la denominada osechi, y su origen está en las ofrendas a los dioses sintoístas. Además, está formada por alimentos que atraen la felicidad a la familia. Cada uno de los ingredientes tiene un significado especial, y los alimentos se preparan para que se mantengan durante todo el período de Año Nuevo, que dura casi una semana, y permitir así a todos los miembros de la familia disfrutar de las fiestas.
Muchos hoteles y ryokan de Japón sirven menús osechidurante los primeros tres días del año nuevo. Además, ofrecen packs especiales que incluyen actividades como una muestra musical de koto (arpa japonesa), y actuaciones de la danza shishi-maio danza del león.
- Otro de los platos imprescindibles de esta época es el Pastel de Navidad o Christmas Cake, un esponjoso bizcocho cubierto de nata montada y fresas que se come el 25 de diciembre.
- Miles de luces de colores y formas decoran las calles de cada ciudad, casas, tiendas y edificios. Entre los lugares para disfrutar del espectáculo de la iluminación navideña se encuentra Tokio Midtown,las ciudades de Kobe y Sapporo y el lago Yamanaka, frente al MonteFuji.
- En la cultura tradicional japonesa existe también un personaje encargado de traer regalos a los niños, es el monje budista Hotei-Oso. Sin embargo, otro de los protagonistas de esta época es Papa Noel cuya figura y traje típico están presentes en todas las celebraciones.
- El 31 de diciembre es uno de los días más importantes del año para los habitantes de Japón, y lo celebran durante toda la noche. Una de las costumbres más populares tiene su origen en el periodo Edo (1603-1868) y consiste en cenar o tomar como aperitivo (y nunca después de las 12 de la medianoche) fideos soba de trigo sarraceno para tener una vida larga.
- Cuando se acerca la medianoche del 31, los templos budistas hacen sonar sus campanas 108 veces para despedir el año viejo y dar la bienvenida al nuevo. Según esta religión, el ser humano nace con 108 deseos terrenales que torturan al hombre a lo largo de su vida y sólo su perdida le permitirá alcanzar el nirvana.
- Entre los lugares más destacados de fin de año se encuentrael Santuario Meijien Harajuku, un santuario sintoísta situado en Tokio que desde el 31 de diciembre hasta los primeros días del nuevo año, atrae a numerosos visitantes. Entre los templos budistas destacados de estas fechas se encuentra Narita-san Shinsho-ji, próximo al aeropuerto de Narita, y Kawasaki Daishi, en Kawasaki. En estos santuarios los visitantes rezan para atraer la buena suerte, la protección contra accidentes de tráfico o para evitar la mala fortuna.
- Pasada la Navidad, las puertas de muchos hogares, tiendas y edificios están decoradas con unos adornos especiales denominados kadomatsuy elaborados con troncos de bambú y hojas de pino. Con esta decoración se da la bienvenida a los dioses sintoístas, cuyos espíritus divinos se cree que viven en los árboles. Además, simbolizan la fuerza y la virtud de superar las adversidades. Las casas están decoradas también con shimenawa, una cuerda trenzada, que igualmente significa que el hogar ha sido purificado para dar la bienvenida a los dioses.