Con 50 millones de dispositivos conectados en el horizonte, desde ahora hasta el 2020, Internet de las Cosas (IoT) se presenta como una de las grandes revoluciones en innovación. La demanda de estos dispositivos conectados pronto afectará a todos los sectores y revolucionará no solo el uso privado, sino también el profesional. Ya sea en el sector salud, textil o transporte, los dispositivos inteligentes serán capaces de generar aproximadamente 7.000 millones de dólares de ingresos en ventas para 2020.
“Más allá de los ingresos en ventas, IoT también será de gran ayuda para el crecimiento mundial, los dispositivos conectados generarán grandes sumas de dinero y optimizarán la gestión de los recursos en el mundo. Gracias a la optimización de las cadenas de suministros y a líneas de distribución más cortas, pronto será posible resolver temas como el desperdicio de alimentos, así como mejorar la trazabilidad y la calidad de los alimentos que consumimos” explica Thierry Vasseur, vice presidente y director de ventas en Francia y Benelux, Zebra Technologies.
Reducir el desperdicio de alimentos
Aunque el desperdicio de productos perecederos es algo muy conocido para el comercio minorista, las cifras más recientes revelan el alcance del problema. De acuerdo con un estudio de la FAO (United Nations Organization for Alimentation and Agriculture) realizado en el año 2011, cerca de una tercera parte de la producción de alimentos a nivel mundial se desperdiciada, lo cual representa 1,3 billones de toneladas de comida perdida. Aunque las causas se deben a múltiples factores, las pérdidas vinculadas a cadenas de suministro ineficientes representa más de un 25% del desperdicio total de los alimentos.
¿Cómo puede resolver el Internet de las Cosas estos problemas?
La trazabilidad de la granja a la mesa ha supuesto un gran problema durante mucho tiempo y ahora IoT puede contribuir a resolverlo. En la actualidad, las etiquetas de códigos de barras pegadas a los productos o etiquetas RFID pegadas a los palets permiten la localización de los productos alimenticios en cada etapa de su viaje por la cadena de suministro, desde que sale de los campos de cultivo hasta los lugares de distribución, pasando por los zonas de tratamiento y finalmente las tiendas al por mayor y grandes supermercados. Gracias a las etiquetas conectadas y a los portales que son capaces de leerlas, será posible reducir el tiempo de almacenamiento y de tránsito de los productos en la cadena de suministro, y por tanto, alargar la fecha de caducidad en al menos varios días. Gracias a ello habrá menos productos alimenticios que tendrán que ser retirados de las estanterías o tirados a la basura por estar fuera de la fecha de caducidad.
Además del efecto positivo que tendrá sobre el desperdicio de alimentos, Internet de las Cosas contribuye a mejorar la información con los usuarios. Los códigos de barras 2D GS1 más recientes pueden incluir mucha más información, pudiéndose ser utilizados no solo para mantener la trazabilidad de los artículos a su paso por la cadena de suministro, sino también para informar a los consumidores sobre el origen del producto, su fecha de producción o incluso la forma en la que se produjo. Esto permite al consumidor comprobar que el chuletón de ternera con 28 días de maduración que está viendo fue sacrificado realmente hace 28 días.
Internet de las Cosas permitirá responder a las cuestiones alimentarias vinculadas al aumento de la población mundial que, según la ONU, aumentará de 7,3 mil millones de seres humanos en 2015, a cerca de 10 mil millones de personas en el año 2050, Gracias a la red de sensores inteligentes, será posible, entre otras cosas, poder determinar con precisión que parcelas de tierra necesitan riego y cuáles necesitan fertilización, y por lo tanto a conservar los recursos hídricos. Los beneficios de Internet de las Cosas para ayudarnos a preservar los recursos naturales de la tierra están empezándose a medir ahora.
“Además de aportar grandes beneficios respecto a la perdida y desperdicio de alimentos, Internet de las Cosas también permitirá a las marcas fidelizar mejor a sus clientes. Por ejemplo los consumidores ya pueden escanear los códigos de barras para obtener información directamente en sus smartphones, inaugurándose así la nueva era del retail inteligente, que ofrecerá la oportunidad de incluir recetas en las listas de ingredientes para animar al consumidor a que pruebe cosas nuevas y compre más productos, así como nuevas formas de comunicación en la tienda” explica Thierry Vasseur, vice presidente y director de ventas en Francia y Benelux, Zebra Technologies.