Para entender este y otros conceptos económicos el banco digital Self Bank ha puesto en marcha el proyecto de educación financiera Pequeños Inversores, junto a 25 gestoras de fondos, con el que se busca desmitificar que las finanzas son complicadas y que hasta un niño es capaz de explicarlas.
En ocasiones, especialmente en momentos de inestabilidad económica o política, puede asaltarnos la duda sobre qué riesgos pesan sobre nuestros fondos de inversión.
Para responder adecuadamente a esta cuestión, lo primero es saber que en relación a los fondos de inversión intervienen distintas entidades, cada una con su función:
Entre tanta entidad, al partícipe le pueden entrar dudas. ¿Si mi banco quiebra perderé el dinero que tengo en fondos de inversión? ¿La gestora de mi fondo podría llegar a desaparecer? Estas son solo algunas de las preguntas que algunos inversores pueden haberse planteado en un momento dado.
Ante esta incertidumbre es importante recordar que:
1.- La entidad gestora no tiene nuestro dinero, solo decide en qué activos se invierte; por lo que, si la gestora quiebra o deja de dar servicio, podría pasar distintas cosas: bien que otra entidad se haga cargo de la gestión o que se disuelva el fondo y se reparta el dinero entre los partícipes.
2.- La entidad depositaria solo custodia nuestras inversiones, pero nosotros somos los propietarios. Si la entidad depositaria desaparece, suele designarse una nueva.
3.- La entidad comercializadora solo hace de intermediario entre la gestora y el cliente que quiere comprar un fondo. Es esencial saber que los fondos de inversión no forman parte del balance de los bancos, están separados e identificados a nombre de cada partícipe, por lo que una quiebra no afecta a los fondos. Es decir, dentro del balance de los bancos se encuentran las cuentas corrientes y los depósitos, y fuera de balance están los fondos de inversión, acciones y planes de pensiones.
Una vez que queda claro lo anterior, no olvidemos tampoco que invertir en fondos sí tiene riesgos. Por ejemplo, que el mercado o el sector en el que invertimos vaya mal; o que el gestor no acierte en sus apuestas; son algunos casos por los que se podrían sufrir pérdidas económicas importantes.
A la hora de poner esto en la práctica debemos saber que nuestro dinero está a salvo si quiebra la gestora, desaparece la depositaria o el banco tiene problemas, pero que a la hora de invertir en fondos no estamos exentos de riesgos. Estos proceden principalmente del mercado o del sector en el que invertimos.