El Índice de Precios de Consumo señala la evolución del coste de la vida en España. Es decir, muestra la evolución del nivel de precios del conjunto de bienes y servicios básicos que consumen habitualmente los hogares españoles, lo que comúnmente conocemos como “cesta de la compra”. Por lo tanto, es muy usual decir que este indicador es una radiografía de la economía y de la sociedad española en su conjunto, puesto que está compuesta por los bienes y servicios más consumidos en el momento de su medición.
El IPC, además, se utiliza a la hora de redactar los convenios salariales, las pensiones, las rentas de las viviendas… Esto quiere decir que un IPC elevado supondrá una disminución del poder adquisitivo del ciudadano, siempre y cuando sus ingresos no aumenten de una manera directamente proporcional.
Pero, ¿cómo se calcula? Pues bien, en primer lugar se contrasta la evolución de 489 artículos; para ello se recoge información de 30.000 establecimientos (supermercados, tiendas locales, etcétera) repartidos entre 177 municipios españoles (las 52 capitales de provincia y 125 localidades no capitales). El Instituto Nacional de Estadística es el encargado de recoger dichos datos y, en definitiva, de calcular el IPC mensualmente.
Lo cierto es que el número de artículos que componen la “cesta”, así como los propios artículos varían constantemente. Así, productos como CDs o servicios de alquiler de películas desaparecieron de esta para dar paso a productos tecnológicos como tablets o tratamientos estéticos. Sin embargo, por norma general se utilizan 12 grandes grupos, ordenados según su ponderación: alimentación y bebidas no alcohólicas; transporte; vivienda; hoteles, cafés y restaurantes; vestido y calzado; ocio y cultura; menaje; comunicaciones; medicina; bebidas alcohólicas y tabaco; enseñanza; y otros.
En definitiva, el IPC es uno de los medidores más importantes de la vida económica de un país, pues es una referencia que indica la evolución de los precios, la situación de estabilidad, inflación o deflación de la economía, y, en resumidas cuentas, es la única forma de saber cómo cambia el valor de una moneda en comparación con el mes o año anterior. Y, porque, como hemos dicho anteriormente, el IPC es el indicador clave para el análisis y realización del cálculo de aumento de los salarios y de la renta del hogar, entre otros aspectos relevantes en nuestra vida cotidiana.