Según datos del Banco de España[1], en 2016 se realizaron más de 924 millones de operaciones de retirada de efectivo – un 0,58% más con respecto al año anterior –, y la cantidad de dinero retirado fue de 118.275 millones de euros, casi un 3% más que en 2016. Un estudio del Banco Central Europeo[2] sobre “el uso de efectivo de los hogares en la zona euro” también confirma la tendencia al alza del efectivo en España. Así, en 2016 España fue el segundo país donde los consumidores hicieron el mayor número de pagos en efectivo por día (1,7 transacciones diarias, es decir, casi 12 por semana), superando la media europea (1,6 pagos diarios).
Sin embargo, y a pesar de que los españoles siguen utilizando el efectivo para sus compras habituales, el parque de cajeros automáticos no deja de disminuir. Cardtronics, el mayor operador de cajeros automáticos del mundo, en colaboración con la consultora de investigación de mercados Hamilton Global Intelligence, ha lanzado una nueva edición de su estudio sobre “los medios de pago y el uso de los cajeros automáticos en España” que confirma la necesidad de disponer de mayores puntos de dispensación de dinero en efectivo. Según este estudio, un 45% de los españoles percibe que cada vez hay menos cajeros automáticos disponibles, por lo que tienen una mayor dificultad para acceder al dinero en efectivo, una percepción que ha aumentado un 5% respecto al año pasado y que es mayor en el área metropolitana de Madrid (52,6%), las Islas Canarias (51,9%) y la zona Norte de España (49,4%). Y no se equivocan, porque según datos del Banco de España, mientras que en 2008 había 61.714 dispositivos en funcionamiento, actualmente hay 50.193, un 19% menos.
El estudio de Cardtronics también revela que la mayoría de los españoles utiliza los cajeros automáticos para disponer de dinero en efectivo como mínimo una vez por semana, y declara retirar una media de 94 euros – un 5,5% más comparado con el año anterior –, una cantidad promedio que ascendería a 350 euros al mes. Las principales razones que motivan el uso del efectivo en España son un mayor control del gasto y la garantía que ofrece ante cualquier imprevisto dado que es el método de pago aceptado en cualquier establecimiento, y los centros comerciales, tiendas de conveniencia, quioscos, bares y pubs, mercados de abastos y transporte urbano son los principales lugares donde los usuarios tienden a pagar en efectivo.
El futuro de los cajeros automáticos está en su localización
Fruto de esta situación, no es de extrañar que la disponibilidad (número de cajeros automáticos en funcionamiento), la rapidez en las operaciones y la localización sean los atributos que más valoran los españoles. Los resultados del estudio de Cardtronics también confirman que el 61% de los usuarios declara que cuando acuden a un cajero automático no lo hacen de una forma planificada y, por eso, preferirían encontrarlos en lugares que forman parte de su día a día, como centros comerciales (64%), estaciones de transporte público (35,7%), aeropuertos (34,8%), universidades/escuelas y lugares de trabajo (28,9%) o supermercados y tiendas de conveniencia (27,1%).
“Los resultados de nuestro estudio y los datos publicados por el Banco de España confirman que, a pesar de que los españoles siguen utilizando el efectivo para sus compras habituales, cada vez es más difícil acceder a él porque el parque de cajeros disminuye año tras año”, declara Ramiro Sánchez-Crespo, Consejero Delegado de Cardtronics España. “Nuestro objetivo es garantizar el acceso al dinero en efectivo y a los principales servicios financieros de un modo universal, inclusivo y transparente en el momento y lugar que precisen las personas. Por eso ayudamos a las entidades financieras a ampliar su red de cajeros, y a los comercios a reforzar la relación con sus clientes mediante la inclusión de un servicio de alto valor añadido”.
Desde su llegada a España en 2016, Cardtronics ha cerrado acuerdos con las cadenas de supermercados SuperCOR y SuperCOR Expres de El Corte Inglés, la alianza EURO 6000, la Caja de Ingenieros, los Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya (FGC), entre otros, con el objetivo de acercar el acceso al efectivo a todos los usuarios.