Pagar menos por tu crédito un mes concreto
El primer mes del año es uno de los más difíciles económicamente hablando. Los excesos de las fiestas dejan nuestras cuentas al mínimo y posponer el pago de una mensualidad para no tener que pagar la cuota de nuestro préstamo en enero nos permitiría una mayor soltura en nuestras finanzas. Aunque parezca difícil de creer esta opción es posible, pero debemos adelantarnos a las fiestas y organizarlo todo antes de fin de año.
Con una carencia es posible atrasar una parte (pagaríamos solo los intereses) o la totalidad de la cuota en un mes concreto. Esta opción nos permitiría no pagar en enero y volver a retomar el reembolso de los créditos en febrero, cuando nuestras cuentas estén más equilibradas. En el caso de una carencia parcial solo pagaríamos los intereses generados en ese mes, es decir, una cuota mucho más baja que la ordinaria. Con una carencia total no pagaríamos nada durante ese mes en concreto.
Para poder disfrutar de un mes de respiro en enero es importante comunicarlo al banco con antelación y arreglar la documentación pertinente. Por ejemplo, en el caso de los créditos de Cofidis, se puede solicitar su servicio comodín por el cual podremos solicitar una carencia total de un mes. Para solicitarlo simplemente debemos ponernos en contacto con la entidad, tanto a través de su teléfono como de nuestro usuario en su web, y solicitar dicho servicio.
No obstante, esta opción no siempre está disponible en todos los préstamos personales, por lo que lo primero que debemos hacer es averiguar si podremos acceder a esta alternativa.
¿Y si mi préstamo no admite carencia?
En el caso de que nuestra entidad no permita la solicitud de una carencia total o parcial y aun así queremos pagar un poco menos en enero, una alternativa sería alargar el plazo de reembolso para así rebajar la mensualidad. No obstante, esta opción sí que conlleva comisiones por el cambio del contrato y afectaría al resto de las cuotas hasta la cancelación total del préstamo, por lo que debemos valorarlo con detenimiento antes de decidir. Además, alargar el plazo también hará que se generen intereses durante más tiempo y, consecuentemente, que terminemos pagando de más. De esta manera alargar el plazo solo será una alternativa a tener en cuenta si enero resulta un mes más empinado de la cuenta.
En cualquier caso, sea cual sea la alternativa por la que optemos, será necesario calcular el coste de ambas decisiones y valorar si lo que pagaremos de más por la financiación valdrá la pena por tener una cuesta de enero más tranquila.