En este sentido, muchas personas que se ven tentadas de cometer este tipo de fraudes ignoran todas las consecuencias que esto supone. Así, si se llegara a probar el fraude, no sólo se produciría una rescisión inmediata de la póliza sino que además la compañía de seguros incluiría al asegurado en una base de datos compartida con el resto de aseguradoras en el que se le daría trato de cliente fraudulento, con la consiguiente dificultad para encontrar una nueva aseguradora.
“Este tipo de estafadores tienen una visión equivocada de lo significa cometer fraude contra una compañía de seguros, pues ignoran que van a recibir el mismo tratamiento en los tribunales que el resto de casos de delitos por fraude. Según el Código Penal, cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilicen engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno, por lo que cualquiera que realice una acción de ese tipo será castigado de igual forma por la ley”, indica Amor Pelegrí, socia fundadora de Pelegrí Abogados.
El delito de estafa está recogido en el artículo 248 y siguientes del Código Penal, por lo que el estafador hará frente, en función del engaño, a una multa económica y, en gran parte de los casos, a penas de cárcel. Como multa, el juez puede imponer al estafador el pago de una cantidad diaria durante el periodo de tiempo que considere oportuno. Estas penas suelen aplicarse de forma proporcionada y teniendo en cuenta la gravedad del delito cometido. Así pues:
Los fraudes a seguros se pueden llevar a cabo en todos los ámbitos que abarcan estas compañías abarcan (automóviles, hogar, vida y accidentes, etc.), siendo el de automóviles el segmento en el que son más comunes los intentos de fraude por la simulación de robo de vehículos (4 de cada 100 casos) o por tratar de agravar los daños o lesiones corporales producidos en un accidente (6 de cada 100). El seguro de vida (2 de cada 100) y el seguro multirriesgo del hogar (0,75 de cada 100) fueron otros de los fraudes más comunes en España durante el 2016, según la UNESPA.