En el segundo aniversario del acuerdo de París por el clima, gobiernos de todo el mundo, junto con líderes de la sociedad civil y empresarial, se han vuelto a reunir en París para discutir sobre uno de los problemas más importantes de nuestro tiempo: el cambio climático. Es para mí un honor dirigir la delegación de Microsoft en estas reuniones. Si bien las advertencias de los expertos no son nada positivas, en Microsoft creemos que los avances en tecnología pueden ayudarnos a entender mejor y encauzar los desafíos a los que tiene que hacer frente nuestro planeta. Por eso, hemos anunciado en París la ampliación de nuestro programa AI for Earth (Inteligencia Artificial para la Tierra). Esta ampliación nos compromete a un plan estratégico de 50 millones de dólares durante los próximos cinco años, con el objetivo de proporcionar tecnologías de inteligencia artificial a personas y organizaciones de todo el mundo que trabajan en proteger nuestro planeta.
En Microsoft, estamos convencidos de que la inteligencia artificial puede cambiarlo todo. Como compañía, nuestro enfoque se centra en democratizar la IA, para que sus capacidades puedan ser aprovechadas por todo el mundo para mejorar situaciones reales. Hay pocas áreas sociales donde la IA pueda impactar más que en ayudar a abordar la urgente tarea de monitorizar, crear modelos y gestionar los sistemas naturales de la Tierra.
Los datos pueden aportarnos más información sobre la salud de nuestro planeta, incluyendo condiciones del aire, el agua, la tierra y el bienestar de nuestra flora y fauna. Pero, para ello, necesitamos tecnologías que, al mismo tiempo, ayuden a capturar toda esa gran cantidad de datos y convertirla en inteligencia. La IA puede ser entrenada para recoger datos brutos procedentes de sensores en la tierra, en el cielo, o en el espacio, y clasificarlos de forma que tanto humanos como ordenadores puedan entenderlos. Fundamentalmente, la IA puede acelerar nuestra habilidad de observar el medioambiente y cómo éste cambia a escala global, convirtiendo esos datos en información útil y aplicándola para concretar los pasos necesarios a la hora de gestionar mejor los recursos naturales.
Ya estamos viendo el potencial de transformación de la IA. En el sector energético, compañías como Agder Energi, una empresa noruega productora de energía renovable, utilizan la nube de Microsoft e IA para capturar, analizar y actuar mejor, basándose en los datos inteligentes recopilados por su red eléctrica. A través de estas tecnologías, Agder es capaz de predecir y prepararse mejor para las necesidades energéticas, dando respuesta a los cambios en la demanda a medida que el vehículo electrónico tiene más uso en Noruega. Los datos y la IA han mejorado el rendimiento de la infraestructura actual, reduciendo la necesidad de nuevos proyectos con un alto coste. La IA está ayudando a crear una red eléctrica más eficaz, fiable y autónoma, a la vez que permite a los clientes y al país consumir más energía renovable.
De una manera similar, vemos nuevas tecnologías de IA y en la nube que están utilizándose para mejorar la eficiencia electrónica de edificios. En Singapur, la agencia gubernamental para la gestión pública de edificios y oficinas
Imaginemos todo lo que puede suponer este tipo de avances si ayudamos a implementarlos a escala global. Las estimaciones sugieren que, en Estados Unidos, los edificios consumen cerca del 40% del total de energía. Esto significa que una mejora en la eficiencia energética del 15% en los edificios se traduciría en una reducción del 6% en el consumo energético mundial. Y a medida que la IA avance, tenemos la oportunidad de aprender más y alcanzar metas más altas.
Otras razones para el optimismo las encontramos en el uso de IA en la agricultura. En Australia, los altos costes laborales y de importación, el clima seco y la mayor variedad climática en comparación con cualquier otro país hacen que la agricultura sea todo un desafío. Yield, una empresa agro-tecnológica de Tasmania, ha creado una solución que utiliza sensores, análisis y aplicaciones para producir datos climatológicos en tiempo real hasta llegar al mismo campo, ayudando a los agricultores a tomar decisiones más inteligentes que pueden reducir el uso de agua y otros recursos, a la vez que
Son este tipo de resultados los que nos han motivado a llevar más allá nuestra ambición en cuanto a AI for Earth. Mirando al futuro, nos comprometemos a trabajar con granjeros alrededor del mundo. Nuestra visión es ampliar la conectividad de cada granja y colocar sensores conectados a internet en cada parcela de tierra. Apoyándonos en el trabajo innovador de Microsoft Research, ayudaremos a los granjeros a aplicar IA para trabajar no solo en analizar mejor las condiciones del suelo o de la lluvia, sino también en disponer de análisis predictivos para mejorar el rendimiento agrícola y reducir los impactos adversos del medioambiente. Con el continuo crecimiento de la población mundial, estos cambios no pueden producirse con suficiente rapidez.
En Microsoft creemos que AI for Earth será una fuerza multiplicadora para grupos e individuos que creen soluciones sostenibles, tal como hemos visto ahora. Por esa razón es que, por un lado, estamos destinando más recursos en estos esfuerzos, y, por otro, estamos combinándolo con el compromiso a largo plazo de aplicar la IA para crecer en cuatro áreas clave: clima, agua, agricultura y biodiversidad.
Haremos esto de tres maneras. En primer lugar, ampliaremos la posibilidad en todo el mundo de crear y probar nuevas aplicaciones de IA. Desde el lanzamiento de AI for Earth hace seis meses, Microsoft ha concedido más de 35 subvenciones en más de 10 países para el acceso a la tecnología de Microsoft Azure y de IA. También daremos cursos avanzados a universidades, ONGs y otros organismos para hacer un mejor uso de la IA. Ya estamos viendo proyectos de gran valor en todo el mundo que aplican IA en trabajos sobre el clima, el agua, la agricultura y la biodiversidad.
En segundo lugar, cuando los proyectos y nuestro trabajo en el área sean más maduros, identificaremos los proyectos más prometedores y que realicen una inversión mayor para ayudarles a escalarlos. Lo haremos no sólo proporcionando mayores recursos para estos proyectos, sino también colaborando estrechamente y trabajando en profundidad con un nuevo equipo multidisciplinar de Microsoft que reunirá a expertos en IA y temas relacionados con la sostenibilidad. A la vez que ayudamos a los grupos a escalar soluciones tecnológicas de IA, les ayudaremos también a comercializar estos servicios, para que puedan tener un impacto global lo más rápida y ampliamente posible. Esto se sumará a nuestros esfuerzos actuales: permitir una conservación de precisión en tiempo real, y mejora del
Por último, a medida que estos proyectos progresen, identificaremos oportunidades para incorporar nuevos avances de IA en servicios a nivel plataforma, para que otros puedan utilizarlos en sus propias iniciativas sostenibles. En algunos casos, involucraremos servicios ofrecidos por terceros y en otros, podrán incorporarse a los servicios de la plataforma propia de Microsoft.
Nos enfrentamos a la necesidad colectiva de actuar cuanto antes para abordar los problemas climáticos mundiales. Cuando pensamos en los retos ambientales a los que tenemos que hacer frente hoy en día, la ciencia nos dice que muchos son producto de anteriores Revoluciones Industriales. A medida que entramos en la Cuarta Revolución Industrial a nivel mundial -una transformación impulsada por la tecnología-, no sólo debemos hacer avanzar la tecnología, sino también utilizarla para limpiar el pasado y crear un futuro mejor.