El trabajo de investigación se ha fundamentado en la base de datos más extensa sobre la evolución históricade la desigualdad en términos de ingresos y riqueza. El informe busca contribuir a un debate democráticoglobal mejor informado sobre la desigualdad económica aportando a la conversación pública los datos más actualizados y exhaustivos. El trabajo ha sidocoordinado por los economistas Facundo Alvaredo, Lucas Chancel, Thomas Piketty, Emmanuel Sáezy Gabriel Zucman.
Thomas Piketty, coordinador del informe, señala que: «Este trabajo examina por primera vez cómo se ha distribuido el crecimiento global entre individuos de todo el mundo desde los años 80, con especial atención a los países emergentes, en los que hasta ahora los datos sobre desigualdad han sido escasos o inexistentes».
Las principales conclusiones del estudio indican que la desigualdad de ingresos ha aumentado en prácticamente todas las regiones del mundo durante las últimas décadas, aunque a ritmos diferentes, haciendo hincapié en el importante papel que desempañan los gobiernos a la hora de mitigar la desigualdad. Desde 1980, la desigualdad de ingresos se ha incrementado rápidamente en Norteamérica, China, India y Rusia, mientras que en Europa ese incrementoha sido más moderado. Sin embargo, aún quedan excepciones a este patrón: en Oriente Medio, África Subsahariana y Brasil la desigualdad de ingresos ha permanecido relativamente estable, en niveles extremadamente altos.
Lucas Chancel, coordinador general del informe, recalca a este respecto que: «El hecho de que las tendencias sobre desigualdad varíen tanto de un país a otro, incluso entre países con niveles de desarrollo similares, pone de manifiesto la importante influencia de las políticas nacionales sobre el desarrollo de la desigualdad. Por ejemplo, si consideramos los ejemplos de China e India desde 1980, China ha registrado niveles de crecimiento mucho más elevados, así como un progreso notablemente menor de la desigualdad que India. La conclusión positiva del informe WorldInequalityReportes que las políticas nacionales importan, y mucho».
El informe también revela el dramático declive en la riqueza neta de los gobiernos a lo largo de las últimas décadas y los retos que ese declive supone a la hora de luchar contra la desigualdad. Basándose en los datos, el informe valora opciones para hacer frente a la desigualdad de ingresos y riqueza, empezando por la importancia de la transparencia de los datos económicos.
Gabriel Zucman, coordinador del informe, asegura que: «La creación de un registro económico global que controlara la propiedad de los activos financieros representaría un golpe importante contra la evasión de impuestos y el blanqueo de capital. Además, favorecería la efectividad de la tributación progresiva, la cual constituye una herramienta esencial para reducir la desigualdad económica».
El estudio subraya la necesidad de contar con políticas más ambiciosas para democratizar el acceso a la educación y trabajos debidamente remunerados, tanto en países ricos como emergentes. La inversión pública en protección del medio ambiente y salud también representa un elemento necesario para las generaciones más jóvenes. A lo largo de la historia, estas inversiones a largo plazo a menudo se han financiado mediante impuestos sobre el capital de los más ricos o acciones de reducción de la deuda.
Entre los principales resultados del informe se incluyen los siguientes:
Emmanuel Sáez, otro de los coordinadoresdel informe, recalca:«La combinación de privatizaciones y el auge de la desigualdad en los ingresos, ha impulsado el aumento de la desigualdad de riqueza. Tanto a nivel nacional como global, el capital privado se ha ido concentrando progresivamente en unos pocos individuos. Este aumento ha sido extremo en EE.UU., donde la proporción de la riqueza que ostenta el principal 1% aumentó desde el 22% en 1980 hasta el 39% en 2014».
Las cifras presentadas en el informe combinan de manerasistemática y transparente todas las fuentes disponibles de datos económicos, incluyendo encuestas de hogares, comprobantes fiscales e información nacional sobre ingresos y riqueza (incluyendoinformación sobre patrimonio en el extranjero, en caso de ser disponible).Esta labor se sustenta en el análisis de más de 175 millones de datos sobre desigualdad.
Facundo Alvaredo, coordinador del informe, asegura que:«Esta labor se basa, de un modo u otro, en las estadísticas sobre desigualdad recogidas en WID.world (WorldWealth and IncomeDatabase). La base de datos sobre ingresos y riqueza mundiales, desde su creación en 2011 comoWorld Top IncomesDatabase, es la base de datos sobre los ingresos más amplia del mundo. Estas bases de datos no habrían sido posibles sin la cooperación de más de 100 investigadoresde todo el mundo».