Con este decálogo, ASGECO Confederación pretende que los consumidores no se dejen guiar sólo por las campañas publicitarias llevadas a cabo por las empresas fabricantes y distribuidoras, que ven en la Navidad la época idónea para la venta masiva de sus productos.
Desde esta Confederación se pretende informar al comprador para que tenga el menor número de problemas a la hora de adquirir un juguete, así como fomentar la compra de juguetes variados y adecuados a la edad de los menores, favoreciendo además un consumo inteligente que tenga en cuenta factores ambientales o de impactos sociales en su fabricación.
ASGECO Confederación recuerda finalmente que el periodo navideño no está reñido con un consumo inteligente y que se puede sensibilizar a los niños manteniendo un consumo razonable, ético, ecológico, comprometido y sostenible.
1.- Tener en consideración las necesidades y preferencias del niño, no los gustos del adulto, recordando que la ilusión no tiene nada que ver con el precio o la cantidad de juguetes regalados. Queda claro que no se puede sustituir el afecto con bienes materiales.
2.- Comprobar que el etiquetado indique correctamente las siguientes señales: nombre, marca registrada y dirección del fabricante, marca de seguridad CE, instrucciones de uso en español, edad a la que se destina el juguete y condiciones de uso (energía eléctrica adicional, acompañamiento de mayores para su uso, etc.)
3.- Evitar la compra de juguetes que podrían fomentar en los niños valores belicistas, sexistas y/o discriminatorios. Conviene promover juguetes que estimulen la imaginación, la creatividad y cualquier aspecto positivo de la personalidad del niño o niña.
4.- Hay que estar atentos con las pequeñas piezas desmontables de los juguetes si tenemos niños muy pequeños. Este tipo de productos están prohibidos para niños y niñas menores de tres años, pero tendremos que mantenernos alerta ante intercambios de juguetes entre hermanos, juguetes que se rompen, etc.
5.- Prestar especial atención a la adquisición de juguetes con propiedades químicas, eléctricas o mecánicas y comprobar que las instrucciones de uso y seguridad están completas y en español. Es importante que los padres lean las instrucciones antes de que el niño empiece a jugar a solas.
6.- Recordar que los establecimientos comerciales pueden fijar los precios libremente, por lo que pueden existir importantes diferencias entre unos y otros. Por eso se aconseja comparar los precios entre diferentes tiendas y comprar con antelación para evitar la escasez. Internet puede ser un buen lugar para comparar precios antes de adquirir los productos. En este caso cuidar especialmente el punto relativo a los plazos de entrega.
7.- Comprobar la garantía que ofrece el establecimiento comercial y guardar todos los justificantes de compra. Si el juguete está defectuoso, el consumidor tiene derecho a exigir la reparación, la sustitución, la rebaja del precio o la resolución del contrato, siempre teniendo en cuenta las características y defectos del juguete. El vendedor ha de responder por los defectos del bien que se manifiesten en un plazo de dos años, a contar desde la fecha de entrega.
8.- No comprar juguetes en puestos callejeros ilegales, ya que estas ventas se realizan al margen de cualquier control administrativo y no ofrecen ninguna garantía. Además, no debemos comprar a sabiendas juguetes que son imitaciones de los originales, ya que suelen presentar múltiples irregularidades. Más informaciones en nuestra campaña “Compre Original, Sé Auténtico”.
9.- No debemos renunciar a nuestros derechos como consumidores y debemos denunciar los abusos. En caso de no conseguir solucionar amistosamente los conflictos con el vendedor, se aconseja reclamar dirigiéndose a una Asociación de Consumidores.
10.- ASGECO Confederación recuerda finalmente que el periodo navideño no está reñido con un Consumo Responsable y que se puede sensibilizar a los niños manteniendo un consumo moderado, ético, ecológico, comprometido y sostenible. Según su edad, podemos aprovechar estas fechas para sensibilizar a los niños y niñas sobre un consumo que tenga en cuenta tanto la huella de carbono como el impacto social que conlleva el acto de consumir.