Por su alto nivel de automatización y tecnología, la nueva fábrica requerirá de poca mano de obra – en su lugar habrá una cadencia de máquinas, logística y software – esta planta de producción con tecnología de punta para la fabricación de placas de matrículas es la más reciente obra maestra de esta empresa de Delmenhorst. “Todos los componentes que se utilizarán en Italia proceden de nuestro portafolio de máquinas para fabricar placas de matrícula, y por primera vez estarán interconectadas digitalmente entre sí”, explica Lang. El resultado final puede subdividirse en tres módulos de trabajo. El proceso inicia por el corte de las placas , a continuación, un robot troquela los alfanuméricos. Finalmente, otros robots juntan los pares de placas y los empacan herméticamente. Gracias a la digitalización, el jefe operador estará siempre informado en tiempo real sobre el estado actual de la producción.
En sí, las placas italianas no cambian. “Nosotros siempre garantizamos el estricto cumplimiento de las normativas del Estado”, destaca Lang. Debido a los controles de calidad incorporados, automáticamente se descartan las piezas defectuosas.“ Esto permite a las autoridades conocer el historial de producción y el detalle sobre cuándo cada placa pasó por cuál proceso productivo, incluso cuando las placas ya se encuentren en circulación”, explica él. Esto protege ante manipulaciones y falsificaciones. El instituto poligráfico busca implementar esta solución con un presupuesto de nueve millones de euros ya desde el 2016. Tras un extenso proceso, incluyendo frecuentes mesas de trabajo en sitio, ambas partes firmaron los contratos en el mes de octubre. Nos alegramos, haber encontrado en Tönnjes E.A.S.T. un aliado innovador con larga experiencia y últimos conocimientos técnicos s”, destaca Ivo Planeta, Director técnico de IPZS.