Motor

Nissan X-Trail DIG-T 1.6

Cambio radical

Mariano García Viana | Domingo 14 de febrero de 2016

La anterior generación del X-Trail es sobradamente conocida en nuestro país, no en vano muchas unidades han formado parte de las distintas flotas de las fuerzas del orden. Pero ahora, sus conocidas líneas cuadradas y rectilíneas, han sido sustituidas por otras más redondeadas y modernas, conformando un modelo completamente nuevo e inspirado en el superventas de la marca, el Qashqai.


Para empezar describiendo este cambio radical, digamos que el nuevo X-Trail dispone ahora de una plataforma desarrollada por la alianza Renault-Nissan que se denomina Common Module Family (CMF), sobre la cual se ha montado una carrocería en la que, como hemos dicho, todo es nuevo, ofreciendo un aspecto moderno, agradable y compacto, que recuerda, sobre todo en su parte delantera al más pequeño Qashqai, pero con la suficiente personalidad como para identificarse por sí mismo, pero que al contrario que su antecesor desprende un aire más burgués y adivina una utilización más urbana o por carretera que fuera de ella, o sea un verdadero SUV o Crossover más que un todo terreno, pues Nissan es más que consciente que en los últimos años, las ventas de este tipo de coches con la base de sus ventas, nada menos que 2.5 millones en todo el mundo, incluido el mercado español que desde 2007 lleva matriculadas 185.000 unidades.

A parte del mayor volumen, el X-Trail ofrece un frontal muy similar al del Qashqai, con la uve abierta que engloba el logo de la marca, prominente paragolpes y entrada de aire más debajo de la matrícula y a cada lado de la cual se sitúan los antiniebla. Pero los faros también marcan la diferencia pues pueden estar equipados con tecnología led para las luces cortas. El cpó motor es algo más abultado y si damos paso a la visión lateral, se aprecia fácilmente la mayor longitud señalada sobre todo por la más grande tercera ventanilla y el marco cromado que envuelve toda la superficie acristalada. Por su parte, la trasera está presidida por unos grandes grupos ópticos, enmarcados por un “filete “ cromado y que se prolongan por los laterales de la carrocería e invaden en parte de la superficie inferior de la gran luneta y del propio portón que, para ahorra peso, es de fibra. Un generoso alerón corona la mencionada luneta que incorpora la tercera luz del freno y dos barras de color aluminio recorren el techo “protegiendo” toda la amplia zona acristalada.

El habitáculo como es de esperar es bastante amplio para acoger a cinco plazas, pues en esta versión que es de 7, las dos de la tercera fila son algo más pequeñas, pero en honor a la verdad también ofrecen un buen nivel de confort. Por el contrario, si estos dos asientos están montados, el maletero se reduce significativamente hasta los 145 litros, mientras que si éstos están plegados sobre el piso, la capacidad se aumenta hasta los 445 litros y si ya la segunda fila se pliega, se dispone de un espacio de nada menos que 1.982 litros, casi como una furgoneta urbana. Nada más acceder al interior, se aprecia que todos los detalles se han cuidado al máximo. El salpicadero bicolor realza la panorámica general y le confiere un alto nivel de calidad. Está coronado por unas horizontales salidas de aire y bajo ellas, ya en la consola propiamente dicha, quizás en una posición algo baja, se sitúa la pantalla multifunción, con los correspondientes mandos de selección y más abajo aún los del climatizador bizona. El cuadro contiene dos grandes relojes, así como un buen número de señales luminosas e información complementaria y útil para el conductor. Otra batería de 8 teclas se sitúan a la izquierda del volante, también situados demasiado bajos y que activan diversas funciones según el equipamiento disponible, como es por ejemplo la apertura eléctrica del portón trasero.

En esta versión los asientos y partes importantes del habitáculo están forrados en una agradable y suave piel, lo que hace subir el nivel de la elegancia y hasta el lujo de este SUV. Aquellos recogen bien el cuerpo y resultan muy confortables, aunque se circule por zonas bacheadas o fuera de la carretera. Los detalles y huecos para dejar objetos están repartidos por puertas, guateras y otras zonas del habitáculo, así como el cavernoso del apoyabrazos situado entre los asientos delanteros. La segunda fila y la tercera están situadas algo más altas que las del conductor y el acompañante, lo que, como en un cine, facilita la visión hacia delante de los ocupantes.

El X-Trail, cuenta con un equipamiento muy completo e incorpora un sinfín de elementos sobre todo en lo que se refiere a infoentretenimiento y conectividad gracias a la denominada Nissan Connect, que ofrece conectividad para los smartphones. Pero aparte de eso también incorpora una amplia batería de sistemas para hacer más segura la conducción como la cámara de Visión 360º con asistencia inteligente al aparcamiento, sistema de frenada de emergencia, detector de fatiga, identificador de señales de tráfico, alerta de cambio involuntario de carril, BLIS o control del ángulo muerto en los retrovisores exteriores…….Así como otra no menos importante batería de elementos de seguridad como es la incorporación de un sistema de control de chasis con cuatro dispositivos: Control de Chasis Activo, que analiza la superficie de la calzada para detectar baches; el Freno Motor Activo que mejora el control de la transmisión XTronic para aumentar el freno motor en las curvas y en las bajadas pronunciadas, el Control de Trazada Activo, y el Asistente de Arranque en Pendiente.

La versión que nos ocupa esta prueba está equipada con el motor por ahora más potente de la gama. Se trata de un 1.6 de gasolina que es todo un ejemplo de suavidad y excelente rendimiento. Su potencia se sitúa en los 163 CV y su par en los 240 Nm entre las 2.000 y 4.000 r.p.m., lo que da idea de la amplia gama de revoluciones en las que la mecánica entrega lo mejor de sí. La velocidad máxima es de 200 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h, se consigue en 9,7 segundos. Pero independientemente de las prestaciones, insistimos que lo más brillante de su funcionamiento es su suavidad, su silencio de funcionamiento, a no ser que lleguemos a utilizar la gama más alta de revoluciones, la ausencia de la más mínima vibración, aunque se apague y se ponga en marcha a través del sistema Star&Stop con el que se cuenta. Es realmente una mecánica muy refinada y trabajada para que así sea. Se cuenta con inyección directa y un turbo compresor de geometría variable y por supuesto con 4 válvulas por cilindro. El consumo medio se sitúa en los 6,2 litros, lo que no está nada mal para un coche de este peso y el nivel de CO2 en los 145 grs.

Acompañando a ésta excelente mecánica, nos encontramos una caja de cambios manual de 6 velocidades, que se engranan con suma suavidad y precisión y cuyas relaciones se ajustan perfectamente a la cualidades del motor, quizás a muy bajas vueltas se note una cierta pereza en reaccionar pero que dura apenas unos instantes. Si la parte motriz es sumamente brillante, se puede decir lo mismo del comportamiento. La rodadura es de lo más confortable y las suspensiones absorben perfectamente cualquier bache del firme, porque además la suspensión es más bien blanda, lo que no supone balanceos excesivos en las curvas sucesivas y si una entrada y salida de las mismas bastante plana, lo que transmite una agradable sensación de seguridad al conductor. En ciudad la eficaz dirección permite manejar al X-Trail, como si de un pequeño coche se tratara y maniobra perfectamente por muy complicado que sea el tráfico. Fuera del asfalto que, como la mayoría de los crossover, no es su terreno favorito ni pretenden serlo, se maneja bastante bien aunque sea solo un tracción delantera, pero por tener más altura que un turismo “normal”, las pistas son un terreno más utilizable que aventurarse campo a través, aunque si llega el caso incluso en esa situación se defiende mucho mejor que otros SUV de características similares.


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