“2018 va a ser sin duda un año intenso y lleno de desafíos para la ciberseguridad” ha destacado Agustín Muñoz-Grandes, CEO de S21sec.“Viviremos un incremento en los ataques masivos de Internet de las Cosas y en las ofensivas dirigidas hacia las infraestructuras críticas y servicios públicos de países occidentales. También seremos testigos de la virulencia de los exploits de día 0, que con toda probabilidad traerán nuevos WannaCry”.
“A lo largo de este 2018 cada vez oiremos hablar más de la minería de criptomonedas o las técnicas de superposición de pantallas en los teléfonos móviles”, destaca Muñoz- Grandes. “Los cibercriminales no pararán de innovar en sus vectores de ataque y usarán todas las herramientas a su alcance para sortear los controles de seguridad de dispositivos y redes”.
Los expertos de S21sec, repartidos en sus oficinas por todo el mundo, han elaborado conjuntamente este informe global que recoge un total de 27 predicciones de ciberseguridad para 2018. Cada predicción incluye un análisis pormenorizado, sus implicaciones directas para los diferentes actores del mercado (usuarios, clientes, sectores más sensibles, etc) y sus correspondientes recomendaciones en cada caso.
Entre otras 17, las 10 siguientes predicciones del informe son las más destacadas:
Según los especialistas, igual que sucediera en años precedentes, 2018 se caracterizará por la aparición de nuevas amenazas utilizando multitud de variantes de malware móvil, tratando cada vez más de eludir los controles antimalware y las técnicas de detección (como la superposición de pantalla y otras técnicas de bypass del DAC del móvil, es decir, del convertidor integrado de audio analógico a digital).
Asimismo, nuevos vectores de ataque basados en filtraciones de organizaciones criminales como Shadow Brokers continuarán estando disponibles en los próximos meses o incluso años, principalmente dirigidos a Microsoft Windows. Organizaciones criminales de toda índole harán uso de ello e intentarán expandir su amenaza con ataques ultra-rápidos que usarán en la mayoría de los casos mecanismos de distribución de malware.
Los ataques masivos de IoT crecerán a medida que miles de dispositivos nuevos estén conectados a Internet todos los días, con la capacidad de ser utilizados en ataques DDoS orquestados, para proporcionar acceso a información personal o para ser utilizados en movimientos laterales de intrusión. Aunque hasta ahora el uso principal de tales botnets ha sido DDoS, está en curso un cambio claro en la forma en que los ciberdelincuentes podrían estar usando estos dispositivos. Según los expertos, las capacidades limitadas de muchos de los dispositivos de IoT se solventarán utilizando código dirigido, lo que permitirá el uso de nuevas técnicas de distribución masiva con servicios de spam y minería de criptomonedas, entre otras.
La política entra en escena
La inestabilidad geopolítica en algunos países asiáticos está creciendo, al igual que la cibercarrera armamentista. Por diversas razones, incluidas el robo de información estratégica y táctica y la acumulación de algún tipo de poder de negociación para futuros conflictos, los servicios públicos en los países occidentales serán uno de los principales objetivos de los ciberdelincuentes en este 2018.
Siendo un tema geopolítico, los actores geopolíticos reaccionarán en consecuencia. Según los especialistas de S21sec, los proveedores de ciberseguridad de origen oriental verán que su posición comercial se debilita en los países occidentales, concretamente en EEUU, debido a las estrategias de prohibición de importación. De manera similar, más como una reacción que como un movimiento inicial, los países del este, tanto en Europa como en Asia, pero principalmente en este último, evitarán a los proveedores de ciberseguridad basados en EEUU, a veces por decisión del propio gobierno.