Por otro lado, se puede afirmar que habrá nuevos tipos de trabajo, pero mi predicción es que los niveles de empleo disminuirán significativamente. Si lo que queremos es ver el vaso medio lleno, más personas tendrán la oportunidad de buscar el máximo nivel de sus necesidades de la pirámide de Maslow: autorrealización. Pero entonces nos surge una pregunta práctica: ¿cómo debe manejarse la distribución de la renta, sino se aplica el dinero por el tiempo trabajado?.
En un artículo anterior en 2012 reflexioné sobre el enfoque del ingreso básico universal. Sin embargo, existen desafíos obvios. Gobernar y armonizar los impuestos a nivel mundial parece virtualmente imposible por una serie de razones. Primero, sería muy complicado políticamente y legalmente. En segundo lugar, los países tienen intereses económicos, madurez y situaciones muy variados. Y en tercer lugar, con las actuales estructuras sería probablemente un infierno burocrático parecido a las economías planificadas.
En cuanto al sistema impositivo, este debe ser global, porque los robots o la Inteligencia Artificial se pueden ubicar en cualquier lugar. Por lo tanto, sin un sistema tributario global, probablemente habría una guerra impositiva entre los países para atraer inversiones. Esto sería perjudicial para los sectores públicos en la mayoría de las economías desarrolladas, debido a la caída de los ingresos fiscales y al envejecimiento de la población.
Ya estamos viendo cómo están surgiendo ideas sobre las compañías virtuales, construidas sobre blockchains. Pueden ser difíciles de definir, en términos de regiones tributarias o incluso en su país de operación. Por lo tanto, gravarlas sería algo complicado. Desde un punto de vista diferente, blockchain probablemente obligará a los países a adoptar prácticas impositivas globales.
Tendríamos que construir una infraestructura tributaria global, descentralizada, dinámica y transparente a la que todos los agentes económicos deberían conectarse para poder operar. Esta plataforma debería ser única. Las plataformas blockchain modernas también son compatibles con los "contratos inteligentes", donde los acuerdos legales se incorporan a la transacción, reduciendo la necesidad de una burocracia legal.
La plataforma proporcionaría un sistema impositivo y una moneda universal, como un paraguas bajo el cual las monedas nacionales y las transacciones económicas podrían operar. Es una idea un poco descabellada, pero si realmente necesitamos un sistema tributario armonizado a nivel mundial, la tecnología basada en blockchain podría proporcionarnos la solución técnica.