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Edificio Cuzco IV expone los básicos de la neuroarquitectura

Jueves 01 de febrero de 2018
Edificio Cuzco IV enumera una serie de consejos para aumentar la productividad en una oficina a través del diseño inteligente de los espacios.

La neuroarquitectura es la ciencia que estudia la relación entre los espacios y el cerebro, y cómo estos afectan a nuestro estado de ánimo. En el diseño de una oficina es crucial tener en cuenta el confort, la creatividad y la retención del talento de los profesionales, según un estudio. Edificio Cuzco IV, referente en el alquiler de oficinas inteligentes en Madrid, ha tenido muy en cuenta los principios de la neuroarquitectura a la hora de diseñar sus espacios. En pleno Paseo de la Castellana, el inmueble es el enclave idóneo para empresas que quieren mejorar el nivel de productividad y el rendimiento de los trabajadores a través de la luminosidad, el control inteligente de la temperatura en invierno y verano, y los espacios destinados al ejercicio físico, el networking y la formación de los profesionales. El icónico edificio, en pleno distrito financiero de la capital, expone de esta forma los imprescindibles para conseguir aumentar la productividad mediante la neuroarquitectura:

1. Cuida la iluminación. Está comprobado que la luz puede estimular la atención y concentración o favorecer la relajación, entre otros aspectos. Las oficinas que posibilitan vistas al exterior y están iluminadas de forma adecuada con luz natural inciden positivamente en el bienestar físico y emocional de los trabajadores. En un estudio en el que participaron más de 41.000 profesionales, aquellos que trabajan con mayor iluminación obtuvieron, respecto a los que trabajan en condiciones lumínicas más pobres, unos resultados un 20 % por encima en productividad, y un 26 % por encima en niveles de bienestar y satisfacción. Edificio Cuzco IV alberga 23 plantas diáfanas y luminosas, compuestas por oficinas desde 250 metros y fachadas de cristal insonorizado y con todas las orientaciones. Todas las salas de reuniones cuentan con luz natural y se han decorado para ser espacios agradables de gran confort. Estas características hacen mucho más fácil trabajar dentro del edificio.

2. Temperatura, ventilación y sonido. El cerebro es muy sensible a la temperatura y ello puede repercutir tanto a nivel cognitivo como emocional. El rango de temperatura que podría favorecer el aprendizaje estaría entre los 20 ºC y los 23 ºC, aproximadamente, y la humedad relativa debería rondar el 50 %. Además, en lo referente a la ventilación, para las personas que pasan muchas horas diarias en espacios interiores la mejora de la calidad del aire interior puede reducir ostensiblemente los efectos del estrés. En cuanto a las cuestiones sonoras, el ruido puede afectar en la concentración y la atención de los trabajadores. Por ello, todos los cristales de Edificio Cuzco IV están insonorizados. Además, para favorecer los espacios de esparcimiento e interactuación entre los trabajadores, la primera planta del edificio alberga una gran cafetería con sofás para networking y un auditorio dónde celebrar reuniones y talleres.

3. Decoración y mobiliario. Los distintos espacios dentro de un edificio facilitan tanto el trabajo individual como el cooperativo, e incluso una colaboración interdisciplinar entre los trabajadores de diferentes empresas con áreas de interés comunes. Difícilmente la tradicional distribución de mesas y ordenadores con amplias columnas van a promover el trabajo en equipo, por ello, Edificio Cuzco IV dispone de áreas diáfanas que promueven la relación entre los trabajadores.


Nota de prensa Edificio Cuzco IV expone los básicos de la neuroarquitectura publicada en comunicae.es

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