Economía

EE. UU.: los consumidores impulsan la economía

Informe Riesgos de Exportación - Solunion

Viernes 02 de febrero de 2018
El crecimiento del PIB en el 4T fue marcadamente más fuerte que la tasa intertrimestral anualizada del +2,6%. La inversión empresarial ganó un sólido +6,8% y la inversión residencial registró un fuerte aumento del +11,6% tras dos trimestres negativos consecutivos.

El único aspecto negativo real del informe fue que un repunte de las importaciones provocó que el déficit comercial se expandiera, haciendo caer la tasa de crecimiento general -1,1 pp. Como factor más importante, el gasto en consumo personal creció un muy sólido +3,8% en el trimestre y ahora se sitúa en torno al +2,8% interanual. Sin embargo, una preocupación es que los consumidores gastan la mayor parte de sus ingresos en consumo, reduciendo la tasa de ahorro al 2,4%, la quinta lectura mensual más baja desde 1959. De todos modos, los ingresos están comenzando a mostrar una tendencia positiva, creciendo un +2,1% interanual frente a un mero +1% de hace tan solo cinco meses. Además, los consumidores tienen la voluntad de gastar, ya que la confianza del consumidor de enero aumentó +2,3 puntos hasta 125,4, cifra próxima al récord en 17 años registrado en noviembre. Los pedidos de bienes duraderos ganaron un impresionante +2,9% intermensual, impulsados por las aeronaves de defensa. Una vez restados los componentes volátiles, los pedidos se contrajeron un -0,3% pero la tasa interanual sigue siendo de un destacado +8,4%. La inflación se mantuvo moderada en diciembre debido a que la tasa básica (gasto en consumo personal) subió ligeramente hasta situarse en un todavía lento +1,5% interanual.

Eurozona: el fuerte crecimiento contrasta con el sesgo de flexibilización del BCE
La primera estimación rápida de Eurostat ha situado el crecimiento del PIB real del 4T en el +0,6% intertrimestral, lo que significa que la Eurozona continuó expandiéndose casi con la misma solidez que en los trimestres anteriores. En el conjunto de 2017, el crecimiento económico alcanzó un respetable +2,5%. Y también se han sentado unos sólidos cimientos para 2018: seguimos pronosticando un crecimiento mínimo del PIB del +2,2%. Además, los últimos indicadores de confianza y especialmente un pronunciado aumento de la utilización de la capacidad en el sector industrial de la Eurozona contribuyen a ofrecer un panorama positivo. El impulso económico actual muestra en retrospectiva que la política monetaria laxa del BCE está teniendo incidencia (naturalmente, con un desfase temporal). Con miras al futuro, el estímulo de la política monetaria actual –el balance del BCE sigue creciendo–puede que sea demasiado potente. En la reunión del Consejo Rector de la semana pasada, las directrices de actuación se mantuvieron inalteradas. Sin embargo, el sesgo de flexibilización del BCE parece que ha dejado de ser apropiado por lo que es probable que se elimine pronto. A partir de octubre, las compras mensuales de bonos deberían reducirse de 30 000 millones de euros a cero.

Francia: ignición, del lado de la oferta
El crecimiento del PIB cerró el ejercicio 2017 con una nueva cifra estable del +0,6% intertrimestral en el 4T, el quinto trimestre con un crecimiento de alrededor del +0,5%. Este crecimiento se ha visto impulsado por el lado de la oferta. Las sociedades aumentaron sus existencias inventariales, que sumaron +0,4 pp al crecimiento del año 2017 completo, un patrón habitual de aceleración del crecimiento cuando las empresas apuestan por futuros incrementos de la demanda. Además, las sociedades siguieron aumentando su tasa de utilización de la capacidad, que alcanzó el 85,8% en el 1T de 2018, un nivel rara vez visto en el pasado y que desencadenó un sólido crecimiento de la inversión empresarial fija del +4,3% en 2017. Y las bajas tasas de desocupación inmobiliaria impulsaron el crecimiento de la inversión de las economías domésticas al +5,1% en 2017. Con todo, la demanda interna no se aceleró en 2017 (+1,9%, tras el +2% de 2016) mientras que el consumo privado crecía un mero +1,3% (después del +2,1% de 2016). Prevemos que el crecimiento anual global se acelerará del +1,9% en 2017 al +2,1% en 2018, impulsado por la demanda interna (+2,3%) que debería estar impulsada por el consumo (+2%) y un nuevo aumento marcado de la inversión empresarial (+5%). La demanda externa también será favorable, ya que se espera que la expansión de las exportaciones se acelere al +4,7% (desde el +3,5% de 2017) como resultado de una mayor demanda de la Eurozona.

Reino Unido: la economía apunta a una tendencia bajista en 2018
El crecimiento del PBI del 4T de 2017 se cifró en el +0,5% intertrimestral, ligeramente por encima del +0,4% intertrimestral observado en el trimestre anterior y que llevó el crecimiento del año 2017 en conjunto al +1,8%. Aunque representa únicamente un ligero descenso en comparación con la expansión del +1,9% materializada en 2016, se trata de la tasa de crecimiento más baja de la economía británica desde 2012. Si bien el crecimiento preliminar del 4T parece subrayar la resiliencia de la economía británica 18 meses después del voto del Brexit, en nuestra opinión la situación presenta una tendencia a la baja, con la lenta desaceleración del crecimiento que ya está en marcha y que se tornará más pronunciada en 2018. La incertidumbre del Brexit ejercerá un impacto moderado sobre la inversión, mientras que las restricciones impuestas a los consumidores continuarán en 2018 en un contexto de inflación que superará el crecimiento salarial y el debilitamiento de los precios inmobiliarios. Entre tanto, la modesta contribución al crecimiento del sector exterior, gracias a las perspectivas favorables de crecimiento mundial, no resultará lo suficientemente sólida como para compensar la desaceleración esperada de la demanda interna. Prevemos que el crecimiento del PIB británico tan solo alcance el +1,4% este año, una de las tasas de crecimiento más bajas de toda la UE.

Países destacados

América
México: la recuperación confirma la resiliencia
Una primera estimación ha situado el crecimiento del PIB real del 4T de 2017 en el +1% intertrimestral estacionalmente ajustado (+1,8% interanual no ajustado), lo que refleja una recuperación posterior a la contracción temporal del -3,3% intertrimestral del 3T a causa de las catástrofes naturales, llevando el crecimiento del ejercicio 2017 completo al +2,1%, acorde a nuestro pronóstico. El crecimiento de los servicios sorprendió al alza (+1,2% intertrimestral, -0,1% en el 3T), impulsando la aceleración del crecimiento del PIB. Esto sugiere que el gasto del consumidor se mantuvo fuerte a pesar de que en diciembre la inflación anotó un récord máximo en 16 años. La agricultura registró el mayor crecimiento intertrimestral (+3,1%) desde el 4T de 2013, mientras que la industria continuó experimentando dificultades (+0,1% intertrimestral, después del -0,6% del 3T). Esperamos que la economía de México siga mostrando capacidad de reacción en 2018, aunque es posible que se produzca una desaceleración moderada dado que las altas tasas de interés pueden poner trabas al consumo privado y a la inversión, mientras que las elecciones y las renegociaciones del TLCAN son aún inciertas. Sin embargo, la posible caída de la inflación a principios de 2018 y los mayores avances materializados en las negociaciones del TLCAN podrían ser un punto de inflexión.

Europa
Ucrania y Hungría: diferentes necesidades en materia de política monetaria
En Ucrania, el Banco Central (NBU) subió su tipo de interés oficial clave en 150 pb hasta el 16,0%, más de lo esperado, la semana pasada, tras dos alzas de 100 pb en octubre y diciembre de 2017, a costa de una inflación todavía elevada y de unas expectativas subyacentes de inflación. Los precios al consumidor subieron un 13,7% interanual en diciembre (frente al 13,6% de noviembre), superando claramente el rango objetivo de inflación del NBU del 8% ± 2 pp. Además, la inflación subyacente siguió aumentando hasta un porcentaje récord en 20 meses del 9,5% interanual en diciembre. Ahora el NBU espera que la inflación general regrese al objetivo a mediados de 2019, ajustándose en líneas generales a nuestro pronóstico (media del 11% en 2018 y del 8% en 2019). En Hungría, el Consejo Monetario (CM) ha mantenido su tasa de interés oficial clave en el 0,9% esta semana, inalterada desde mayo de 2016. Tanto la inflación general (2,1% interanual) como la subyacente (2,6% interanual) descendieron hasta tocar cotas mínimas en 5 meses en diciembre, conforme a las expectativas del CM, pese a que la producción se aproxima al potencial, un mercado laboral restringido y un aumento dinámico de los salarios.

África y Oriente Medio
EAU: la inflación revela una tendencia alcista
La inflación de los precios al consumidor aumentó hasta un récord en nueve meses del 2,7% interanual en diciembre de 2017 (desde el 1,7% de noviembre), elevando la tasa de inflación media anual del 1,6% en 2016 al 2%. El repunte de los precios del crudo impulsó los costes de transporte, especialmente a finales de 2017 (9,3% interanual en diciembre), contribuyendo así marcadamente a la inflación general. Del mismo modo, los precios de los bienes y servicios diversos aumentaron un 9,3% interanual en diciembre debido a la recuperación de los precios de los productos básicos. Los precios de los alimentos aumentaron más modestamente en un 3,2% interanual en diciembre y un 1,2% en 2017 en conjunto, mientras que los precios inmobiliarios cayeron un -0,3% interanual (+0,9% en el conjunto de 2017). En 2018, esperamos que la inflación se acelere hasta una media del 4% a raíz de la introducción en los EAU del 5% de IVA a principios de año, que, de hecho, se había anunciado para toda la región del CCG pero que se implementó únicamente en los EAU y en Arabia Saudí. Frente a los obstáculos administrativos planteados, los otros seis países miembros probablemente retrasen la aplicación del IVA como mínimo hasta mediados de 2018.

Asia Pacífico
Malasia: ¿qué sigue al aumento de tipos?
El Banco Central de Malasia (BNM) elevó su tipo de interés oficial clave en 25 pb hasta el 3,25% la semana pasada, la primera alza desde julio de 2014. La decisión se basó en tres razones. La primera, las condiciones externas han mejorado gracias a una demanda global más sólida, unos mercados financieros ampliamente estables y un panorama económico más equilibrado. La segunda, la actividad económica continúa mostrando signos de fortaleza. Las exportaciones se están expandiendo a un ritmo robusto; la demanda interna es fuerte, respaldada por un mercado laboral sólido y un crecimiento firme de la inversión. La tercera, la inflación media anual del 3,7% en 2017 se acercó al extremo superior del rango objetivo del 3%-4% del BNM. De cara al futuro, esperamos que el ciclo de ajuste haga un alto en el camino, hasta finales del 3T, debido a (i) la estabilización de las presiones inflacionarias gracias a un ringgit fuerte y (ii) a las incertidumbres relacionadas con las próximas elecciones generales de agosto que exigen una estrategia gradual. Ante la hipótesis de que el crecimiento se mantenga robusto (+4,9% en 2018) y las incertidumbres se desvanezcan, el BNM puede aumentar su tipo de interés oficial en otros 25 pb en el 4T de 2018.

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