1) ¿La misma sensación al volante? Sí. La idea de que la conducción de un coche GNC es distinta a la de los coches convencionales es errónea. De hecho, “la sensación circulando es la misma, ya que las prestaciones de los motores de gas son idénticas a las de los coches diésel o gasolina con la misma potencia”, explica el experto.
2) ¿Un depósito de gas es igual de seguro? Sí. “Absolutamente, los depósitos de gas están diseñados, fabricados y homologados según los más altos estándares de la industria”, señala Shepherd, y explica que estos depósitos “incluyen una válvula de seguridad que, en un caso extremo, evacuaría el gas a la atmósfera de manera controlada”. Además, los componentes están testados para resistir “condiciones extremas: el depósito alcanza una presión máxima de unos 200 bars, pero está diseñado para poder soportar más del doble”. Por otra parte, Shepherd resalta que el mito que el gas se pueda congelar en condiciones de uso es “imposible” ya que “para licuar el gas natural, tendría que estar sometido a temperaturas inferiores a 160 grados bajo cero”.
3) ¿Se puede circular en episodios de polución? Sí. Estos coches están clasificados con la etiqueta ‘ECO’, por lo que pueden circular cuando se restringe el tráfico en algunas ciudades durante los episodios de contaminación. Además, esta distinción tiene ventajas para los propietarios de estos modelos, como una bonificación del 75% en el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica, la exención del pago del impuesto de matriculación y descuentos en aparcamientos y peajes.
4) ¿Puedo continuar circulando si se acaba el gas? Sí: Cuando el depósito de gas se agota, el coche cambia automáticamente de combustible. “El conductor puede continuar sin necesidad de parar, mientras que un testigo en el cuadro de instrumentos le indicará que en ese momento el coche pasa a funcionar con gasolina”, explica Andrew Shepherd. De hecho, se puede circular sin necesidad de repostar hasta 1.300 kilómetros, la distancia entre Barcelona y Fráncfort, gracias a esta tecnología híbrida de SEAT. Repostar el depósito de gas es posible en todos los países europeos que cuentan con gasineras ya que “el sistema se hace mediante una boquilla universal”.
5) ¿Puedo circular sólo con gas? Sí. Los vehículos GNC funcionan por defecto con gas y se puede circular sin recurrir al otro depósito. Aún así, es necesario llevar un mínimo de gasolina para el momento del arranque si la temperatura exterior es muy fría o justo después de repostar gas natural. Es recomendable consumir esta gasolina en un período de unos 6 meses.
6) ¿Su precio es similar a los vehículos tradicionales? Sí. Estos coches tienen un precio de venta similar al de los diésel y gasolina, a lo que hay que añadir los beneficios a largo plazo. En este sentido, Andrew argumenta que “llenar el depósito cuesta tan sólo, aproximadamente, 13 euros” por lo que los coches de GNC “permiten ahorrar un 30% respecto a los vehículos diésel y un 55% respecto a los gasolina”.
7) ¿El mantenimiento es parecido? Sí. La mecánica de los vehículos de gas es igual a la de los coches tradicionales. “Es falso que bujías o filtros tengan que cambiarse con mayor frecuencia”, rebate el experto en SEAT ante los mitos que apuntan que los motores GNC se calientan y que son más caros de mantener. Lo único que los diferencia es que, “antes de cada revisión de ITV, se tiene que certificar la estanqueidad del sistema de gas y, cada 4 años, realizar una inspección visual de los depósitos en un taller especializado”. Son revisiones que muestran los más altos estándares de seguridad que rodean los coches de gas natural.
Para Andrew Shepherd este combustible tendrá un papel protagonista en la movilidad del futuro, ya que en 2017 las matriculaciones de vehículos a gas crecieron en España un 237%.