A partir de aquí, todo es historia. La insignia quattro ha acompañado a la familia Audi en calles y circuitos, convirtiéndose en seña de identidad y auténtico emblema de una marca que siempre ha dejado claro que la motricidad es la mejor aliada no sólo de la seguridad, también de la deportividad. Audi mantiene su compromiso con esta tecnología, de igual manera que los clientes se mantienen fieles a ella. Durante 2017, la marca de los cuatro aros ha entregado en España más coches con tracción integral que ninguna otra. En concreto, han sido 11.821 las unidades matriculadas, lo que supone que uno de cada cinco modelos (22,2%) vendidos en nuestro país incorpora la tracción quattro. Una cifra superior a la del ejercicio anterior, en el que se comercializaron 10.798 unidades (21,5% sobre el total).
El volumen de ventas fijado este año por Audi supera con creces al de sus rivales más directos. Frente al competidor más cercano suma un total de 800 unidades más; respecto al segundo, la diferencia aumenta hasta las 2.799 unidades. Esto quiere decir que la marca de los cuatro aros aventaja a sus principales rivales en un 7,3% y un 31%, en sus matriculaciones de coches equipados con tracción a las cuatro ruedas. Toda la gama Audi, desde el pequeño A1 hasta la gran berlina A8, pasando por los modelos Q y los deportivos R8 y TT, ofrecen la posibilidad de equipar la tracción quattro, bien de serie o bien como opción en algunas variantes. Entre ellos, los modelos preferidos por la clientela que demanda la tracción quattro son los Audi Q5, Q3, Q7 y A5.
En el Audi Q5, a excepción de la versión de acceso a la gama con el motor 2.0 TDI 150 CV, el resto de variantes montan la tracción quattro de serie. Esto deja un amplio abanico diésel y gasolina a elegir, desde los 163 CV del 2.0 TDI hasta los 354 CV de SQ5. El Audi Q3, por su parte, permite asociar la tracción total a los motores 2.0 TDI de 150 CV y 184 CV, y a los 2.0 TFSI de 180 CV y 220 CV. Mientras en el Audi Q5 el emblema quattro siempre va ligado a transmisiones automáticas, en el Q3 se puede combinar con el cambio manual de seis relaciones en la versión menos potente, como alternativa al S tronic de 7 velocidades. En el Audi Q7 todos los modelos son quattro, incluido el híbrido enchufable e-tron de 373 CV y el dinámico SQ7 de 435 CV. En la gama A5 es posible disfrutar del mejor agarre en las tres carrocerías (Coupé, Cabrio y Sportback) en diversas variantes TDI y TSI, sin olvidar los deportivos Audi S5 de 354 CV y RS 5 de 450 CV.
De todos los sistemas de tracción quattro, el último en llegar es el denominado quattro ultra, cuyo control inteligente funciona de forma predictiva. Este sistema se anticipa a las necesidades por medio de un completo despliegue de sensores y del análisis continuo de los datos recibidos de la dinámica de conducción, las condiciones de la carretera y el comportamiento del conductor. Para ello, cada 10 milisegundos el sistema analiza multitud de datos relativos al par motor, las aceleraciones longitudinales y transversales o el ángulo de dirección, entre otros. El objetivo del sistema quattro con tecnología ultra es lograr la máxima eficiencia sin que esto suponga una merma en la dinámica de conducción. De media, el consumo de combustible se reduce 0,3 litros cada 100 kilómetros en comparación a los sistemas de tracción integral convencionales.