Esta semana, el evento clave en los principales mercados de divisas será la reunión del Banco de Inglaterra el jueves. El índice PMI de la actividad comercial de la zona euro este lunes debería hacer poco más que confirmar las perspectivas de crecimiento en una semana floja en cuanto a datos. La evolución de la política de EEUU debería ser el factor determinante para el dólar estadounidense.
EUR
Si bien los índices de actividad comercial PMI y las cifras de crecimiento del PIB confirmaron que se está produciendo un fuerte repunte económico, no hay señales de que esto se esté traduciendo en presiones sostenidas sobre los precios. La inflación subyacente de enero confirmó que este indicador clave languidecía lejos de los objetivos del BCE, impulsado por la debilidad en los precios alemanes.
No habrá noticias significativas esta semana en la zona euro, por lo que la moneda común se negociará en otros lugares. El diferencial de rendimiento cada vez más amplio con EEUU y el nuevo y, desde nuestra opinión, largo posicionamiento del euro, hacen que éste sea vulnerable ante un importante retroceso a corto plazo.
GBP
Una semana mixta en cuanto a datos macroeconómicos. La debilidad de los indicadores de la actividad empresarial del sector de la construcción reavivó las preocupaciones sobre un diferencial cada vez mayor en el rendimiento económico entre la zona euro y Reino Unido. Los mercados continúan centrados en la ausencia de malas noticias sobre las negociaciones del Brexit y las perspectivas de tipos de interés más altos en Reino Unido. En consecuencia, la libra ignoró los datos económicos y terminó la semana sin cambios frente al euro y al dólar.
El gran evento esta semana será la reunión de febrero del Banco de Inglaterra este jueves. Los mercados no esperan ninguna acción, pero se analizará minuciosamente el informe de inflación en busca de pistas sobre el momento exacto para la próxima subida de tipos a corto plazo.
USD
Los sólidos datos finalmente pusieron un suelo para el dólar estadounidense la semana pasada. Sin duda, la noticia más relevante fue el informe de nóminas, sorprendentemente optimista para el mes de enero. Además de un fuerte ritmo de creación de empleo y una baja tasa de desempleo, finalmente se vieron aumentos salariales saludables, exactamente el tipo de datos que la Reserva Federal había estado esperando. Los salarios aumentaron un 2,9% en el año, muy por encima de la inflación. Los datos anteriores también fueron revisados al alza.
Ahora entramos en una semana de datos relativamente floja en EEUU. Creemos que la marcha alcista en los rendimientos continuará ya que los mercados avanzarán cuatro aumentos de 0,25% por parte de la Reserva Federal este 2018 y esto presionará al alza al dólar contra todos sus pares.