Adif Alta Velocidad ha sido una de las empresas protagonistas de esta jornada por tratarse de la primera entidad pública española en emitir ‘bonos verdes’, además, dentro de un sector como el del ferrocarril, que representa el 8% del transporte mundial. Los ingresos que se obtienen por este tipo de obligaciones se destinan a financiar o refinanciar proyectos que generan beneficios ambientales o climáticos.
La entidad realizó en junio del pasado año su primera emisión de ‘bonos verdes’ por importe de alrededor de 600 millones de euros, con una duración de 6 años y un pago de cupón anual del 0,80%, contribuyendo de esta manera a que la emisión de este instrumento de financiación responsable se aproximara globalmente a los 155.000 millones de dólares en el año 2017.
Del total de inversores, el 21% fueron españoles, seguidos muy de cerca por alemanes, austriacos y franceses, con un 18% y nórdicos un 11%. Por tipo de inversores, el 45% del volumen de emisión correspondió a cuentas inversoras consideradas como socialmente responsables, frente al 55% de inversores convencionales.
Los ingresos generados por esta emisión se han destinado a Proyectos Verdes Elegibles (PVE) en dos categorías: nuevas líneas y extensión de las existentes de alta velocidad; y mantenimiento, renovación y eficiencia energética. Estos PVE incluyen proyectos nuevos o en curso, con desembolsos desde dos años antes de la emisión de los bonos hasta dos años después de la misma.
En este sentido, Manuel Fresno indicó que está muy avanzado el Informe Anual en el que se recogerá el importe que finalmente se haya aplicado a los dos grupos de proyectos elegibles, así como los indicadores del impacto esperado de las actuaciones que se han llevado a cabo en siete líneas de alta velocidad en construcción.
Estos indicadores de impacto se han dividido en cuatro grupos:
- Ahorros de tiempo.
- Transferencia modal desde otros medios de transporte más contaminantes como la carretera y el avión.
- Emisiones de efecto invernadero (CO2) evitadas.
- Ahorro en costes externos, por ejemplo, por ahorro en costes de funcionamiento.
Adif Alta Velocidad tiene previsto seguir contribuyendo a promover este nuevo mercado de renta fija con una nueva emisión en los próximos meses, reforzando así su compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente, uno de los pilares básicos dentro de su Nuevo Plan Estratégico.
Según explicó Fresno, “más allá de tratar de ampliar y diversificar nuestra base inversora, con especial enfoque en aquellos socialmente responsables, el principal beneficio que ha tenido esta emisión verde han sido poner en valor toda la política medioambiental de Adif Alta Velocidad”.
Igualmente, destacó que Adif Alta Velocidad, comprometida con el desarrollo de esta fórmula de financiación responsable y con el objetivo de cumplir con los estándares de “finanzas sostenibles” más exigentes, seguirá todas las recomendaciones de la Unión Europea en el marco del establecimiento de un sistema de clasificación de los activos verdes y una etiqueta europea (Green Bond Label), que previsiblemente tendrá lugar a lo largo de 2018.
Compromiso con el medio ambiente
Adif AV diseña, construye y mantiene líneas ferroviarias minimizando el posible impacto ambiental. Para ello cuenta con un Sistema de Gestión Ambiental Certificado (norma ISO: 14001), siendo el primer gestor de infraestructuras europeo en conseguirlo, y un Plan de Ahorro y Eficiencia Energética.
La entidad quiere desempeñar un papel clave en el desarrollo sostenible y aumentar su participación en la transición española a una economía baja en emisiones de carbono y resistente al cambio climático.
Así, en términos de consumo de energía, el total de viajeros transportados en líneas de Adif AV el pasado año requirió un consumo de energía 5,3 veces menor que si el transporte se hubiera hecho por carretera y 5,8 veces menos que si se hubiera hecho por avión.
Estos datos suponen que en términos de emisión de gases de efecto invernadero, cada viajero por kilómetro transportado por Adif AV emitió 14 veces menos que si se hubiera hecho por carretera y 16 veces menos que si se hubiera hecho por avión. En otras palabras, cada viajero que utiliza las infraestructuras de Adif AV ahorró 114 gr de CO2 por kilómetro recorrido. En el año 2015 los usuarios de la red de alta velocidad evitaron el consumo de 441.000 toneladas de gasolina y la emisión de 1,5 millones de toneladas de CO2.
El objetivo es que estos ahorros vayan aumentando con la puesta en servicio de nuevos kilómetros de alta velocidad. El total de líneas actualmente en ejecución ahorrará un total de 1.006.934 toneladas de CO2 al año y un total de 30.208.029 toneladas de CO2 en un periodo de 30 años.
Si a los ahorros por emisiones de gases contaminantes se suman otros como la menor polución del aire y el agua o la reducción de ruidos y accidentes, y lo valoramos en términos de externalidades, el ferrocarril habría generado el año pasado ahorros de entre 574 y 748 M€, importe que se irá incrementando con la puesta en servicio de nuevas líneas.