Motor

Peugeot 5008 GT Line 1.6 HDI AT6

Como su hermano más pequeño el 3008, pasa de monovolumen a crossover

Mariano García Viana | Jueves 08 de febrero de 2018
Conservando la modularidad y practicidad, gracias a sus 7 plazas, de la generación anterior como monovolumen, el nuevo 5008 añade a ello una fisonomía propia de un SUV de considerables dimensiones y atractivo diseño.

Con rasgos muy parecidos a los del 3008 sobre todo en su altivo frontal, no deja lugar a dudas de sus pretensiones de SUV. Calandra alta, con las aletas cromadas, más ancha en su parte alta que en la baja, llegando hasta los faros igualmente altos. Por cierto, en la unidad de pruebas eran de leds y proporcionaban una excelente iluminación. El paragolpes es de grandes dimensiones mostrando en su parte inferior muestra una bien dimensionada entrada de aire y a cada lado de ella en unos “cubículos” que parecen entradas auxiliares de aire, pero que no lo son, se alojan los faros antiniebla. Para terminar con este poderoso frontal, destaquemos la presencia de un protector de cárter de color aluminio. Lateralmente se aprecia la considerable longitud del modelo y la nada despreciable altura de 1,64 metros hasta las barras del techo, destacando la mayor distancia con respecto al suelo que un coche tradicional. También destaca la alta línea de cintura ascendente hacia atrás, aunque aún así la zona acristalada es lo suficientemente grande como para proporcionar un habitáculo luminoso. Los pasos de rueda y la parte baja de las puertas están protegidas por bandas de plástico, mientras que una línea cromada, que se va ensanchando según va hacia atrás, recorre la carrocería desde el inicio del parabrisas, por encima de las ventanillas, marcando el techo y termina en el inicio de los grupos ópticos posteriores. Estos se integran en una banda negra brillante que los unen bajo el parabrisas y están formados por tres bandas verticales de leds, como es ya típico en los modelos de la marca. Todo este panel trasero es bastante vertical para aprovechar al máximo el habitáculo y destacan además de los mencionados pilotos, un alerón sobre una luneta más bien estrecha, lo que proporciona una gran zona de chapa hasta el paragolpes.

Como es de esperar el habitáculo del 5008 es amplio y augura un excelente confort a sus ocupantes. El salpicadero es el típico de los modelos modernos de Peugeot, es decir el i-Cockpit que tan agradable resulta a los conductores. El cuadro, que se puede personalizar a gusto del conductor, lo compone realmente una pantalla de 12,3 pulgadas y en cualquiera de las representaciones elegidas es fácil de interpretar. En el centro del salpicadero, como si estuviera superpuesta, se sitúa la pantalla táctil multifunción de 8 pulgadas, que encierra un sinfín de actuaciones incluidas las del climatizador que carece de botones “físicos”, pues solamente una serie de teclas bajo las salidas de aire centrales y unos interruptores a la vez bajo ellas, para activar algunos elementos auxiliares, son los únicos mandos que se “salen” de la pantalla. El volante también multifunción, está achatado tanto por la parte de arriba como por la de abajo y tiene un tamaño bastante reducido, quizás demasiado para nuestro gusto, aunque todo es acostumbrase a ello. La palanca selectora de la caja automática, ya se encuentra en la parte horizontal de la consola que por cierto tiene un diseño asimétrico de muy buen gusto. Tras la palanca se sitúan el freno de mano eléctrico y la rueda del “Grip Control”, para elegir la forma de conducir como luego veremos.

Los asientos son muy cómodos en general y los delanteros sujetan muy bien el cuerpo y tienen un aspecto deportivo impecable. Desde él el conductor puede dominar perfectamente todo lo que ocurre dentro y fuera del coche, pues la visibilidad es muy buena en cualquier dirección, los escasos mandos quedan muy a la mano y la información del cuadro se interpreta con solo un vistazo. Tan solo llama algo la atención el pequeño tamaño del volante como ya hemos comentado. La segunda fila esta compuesta por tres asientos individuales, que se pueden mover longitudinalmente y de forma independiente a través de unos carriles. El espacio del que disponen los ocupantes de esta fila es todo un privilegio sobre todo para las piernas, aunque se corran los asientos hacia los respaldos delanteros, que por cierto disponen de una mesa plegable cada uno. Los dos asientos de la tercera fila ya no son tan confortables aunque permiten desde luego viajar a dos adultos sin grandes problemas de espacio si la segunda fila ha sido desplazada hacia delante. Lo peor de esta tercera fila es su acceso a través del recogimiento de los asientos laterales de la segunda. Esos dos asientos de la tercera fila se pliegan sobre el piso del maletero ofreciendo una zona de carga lisa. De todas formas, si no se usan se pueden desmontar fácilmente y sacarlos del coche y así ampliar aún más la capacidad del maletero, que con ellos plegados ofrece 702 litros de capacidad y si ya se pliegan los de la segunda, nada menos que 1.862 litros. La boca de carga queda bastante baja y el portón, para mayor comodidad, es de apertura y cierre eléctricos, incluso accionándose con pasar el pie por debajo del paragolpes.

En general el habitáculo del 5008 está muy bien terminado y ofrece un aspecto impecable, con luz ambiental, materiales agradables de tocar y un ajuste que evita vibraciones. El equipamiento en esta versión GT Line, es bastante completo (Aunque siempre se puede ampliar con interesantes opciones) y además en el exterior se emplean algunos aditamentos que el hacen ofrecer un aspecto más deportivo, como los paragolpes exclusivos, las llantas de 19 pulgadas o los faros Full Led. Así mismo la tapicería es exclusiva. Además de elementos más o menos habituales en coches de esta categoría, podemos encontrar la mencionada configuración del cuadro de instrumentos que incluye los modos de luz ambiental, la alerta de precolisión, el BLIS o detector de vehículos en el ángulo muerto, el techo panorámico, la cámara con visión de 180º, el control electrónico de pendientes y el mencionado Grip Control, que ofrece la posibilidad de elegir cinco modos de conducción, Normal, Nieve, Barro, Arena y anulación del control de tracción ESP. Aunque no es un todoterreno, eligiendo el modo de conducción adecuado se pueden circular fuera de la carretera con cierta eficacia teniendo siempre en cuenta que no es un tracción total.

En nuestra unidad de pruebas contábamos con un motor diésel de 1.6 litros HDI, que proporciona 120 CV a 3.500 r.p,m. Una potencia que si bien puede parecer escasa para un coche de esta envergadura y sus posibilidades de carga, a la hora de la verdad tiene un funcionamiento muy digno y eficiente, gracias en parte a la disponibilidad de un par de 300 Nm con lo que la utilización de su potencia es muy aprovechable y además con unas recuperaciones más que suficientes como para no perder el ritmo vivo que queramos mantener. Bien es cierto que las prestaciones no son espectaculares, pues la velocidad máxima de 185 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h en casi 12 segundos, se quedan más bien escasas, pero como rutero eficiente y eficaz no tiene precio, mantiene su ritmo como si tal cosa y con un consumo mixto que apenas supera los 4 litros a los 100 kms. La caja de cambios automática de 6 velocidades se muestra suave e igualmente de eficiente que el motor, por lo que la confortabilidad de marcha esta asegurada y corroborada por un comportamiento, como ahora veremos intachable.

En el eje delantero el 5008 monta una suspensión tipo McPherson y en el trasero de rueda tirada o eje de torsión. Un esquema que asegura un excelente compromiso entre el confort y la seguridad de marcha. A pesar de la altura del coche, no olvidemos que con respecto al suelo es más alto de lo “normal” y del tarado de las suspensiones, orientado a ofrecer una excelente comodidad a los ocupantes, el coche siempre es fiel y hasta ágil, dentro de unos límites, incluso en zonas viradas, a lo que contribuye una rápida dirección. Es un coche para realizar muchos, muchos kilómetros por carreteras despejadas a un buen ritmo y con consumos reducidos, con un nivel sonoro muy bajo, con lo que se puede apreciar el sonido del buen equipo de música y que incluso utilizando la posición sport de la caja de cambios, puede ofrecer unas reacciones más vivas y contundentes, pero insistimos, dentro de la filosofía del confort, el espacio y la eficacia rutera e incluso fuera del asfalto.


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