Para Jerónimo Pérez el gran desafío que afronta el sistema agroalimentario es “que tenemos una sociedad que envejece y crece”. Señaló que se prevé un crecimiento de la demanda de alimentos del 50% en 2050, en relación a los valores de 2012.
En esta situación, la incorporación de la información y la tecnología en el sistema agroalimentario serán clave. Sobre este tema cuestionó si serán “éstas las soluciones para ese reto alimentario con el que se enfrenta Europa, y en general, el mundo”.
A continuación, Michele Morgante, profesor de la Universidad de Udine, experto en “New Breeding Generation”, que lidera un grupo de investigación sobre plataformas genómicas para incrementar la productividad de los cultivos, habló, entre otras cuestiones, de las modificaciones del ADN de los alimentos “no es algo nuevo”. Constató que esto se ha hecho durante decenas de años “lo que ha cambiado es que tenemos mayor conocimiento”.
Para él, los desafíos de la agricultura inteligente tienen una estrecha relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU,“es un reto alimentar el mundo con el menor impacto ambiental posible”.
José Antonio Lara, responsable territorial en Andalucía del Banco Santander, explicó que para su entidad “el mayor reto que tenemos, se encuentra declarado en nuestra misión `contribuir al progreso de las personas y las empresas´”.
Recalcó que desde su institución se han puesto “todos los instrumentos posibles para que en el sector agroalimentario se dé el salto definitivo hacia la agricultura 4.0, siempre respetando el medio ambiente”.
José Manuel Silva Rodríguez, ex director General de Investigación Agrícola en DG Research en la CE, ha centrado su ponencia en la planificación política de la administración europea en el ámbito de la agricultura.
Señaló que es necesario “analizar el pasado para conocer por dónde irá el futuro” refiriéndose tanto a la agricultura como a las políticas europeas.
Ha hecho alusión en su presentación a la producción agraria “la tierra es el factor limitante” en la cual ha habido tensiones desde “que el mundo es mundo”. Ha reconocido que esta tensión sigue existiendo hoy, porque “no solo hay que nutrir sino también hay que preservar y cuidar”.
José Manuel Silva reseñó en su presentación que uno de los desafíos con los que nos encontramos es que “hay que producir mejor y ajustarse a las necesidades cambiantes de los consumidores”.
Sobre la conexión con el mundo de la digitalización y la agricultura 4.0 mencionó que “si tú tienes un intercambiador que es el espacio europeo, que contribuye a mejorar el medio ambiente, parece que lo lógico sería que haya el mismo nivel de digitalización que tenemos en un móvil, pero eso no es verdad”.
Reconoció que se han puesto algunos peldaños en la política agrícola, siendo éste “un ámbito muy conservador”.
Finalizó hablando de las nuevas prioridades en Europa, “la seguridad, la inmigración pero también el mundo de la digitalización”. Es necesaria una incorporación real de las tecnologías a temas “como la digitalización de la PAC”.