La carreta es un símbolo nacional y llama la atención por el gran colorido que presenta, y es pintada a mano con diseños únicos. La carreta costarricense no es solamente la “carreta de bueyes” típica, es la artesanía más reconocida del país y una Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad de UNESCO. Antiguamente, era usada para transportar el café, pero ahora las carretas de bueyes en Costa Rica son un símbolo orgulloso de la herencia cultural del país y están pintadas con colores brillantes variados y diseños detallados, que las convierten en obras de arte.
La tradición del “Boyeo y la Carreta” se remonta a la época colonial cuando los agricultores utilizaban carros tirados por bueyes para transportar el café desde el Valle Central hacia los puertos para exportar el llamado “grano de oro”. En muchos casos, también representaban el único medio de transporte de una familia y simbolizaba su estatus social. La tradición de pintar y decorar carretas de bueyes comenzó a principios del siglo XX. Originalmente, cada región de Costa Rica tenía su propio diseño, lo que permite la identificación del origen del conductor por los patrones pintados en las ruedas.
A la celebración, acuden carretas del todo el país y durante los dos días de festividad se desarrollan diferentes actividades en las que el visitante es invitado cordialmente a formar parte de las mismas, entre ellas, se encuentran fuegos artificiales, mascaradas, música y bailes folclóricos costarricenses o degustación de gastronomía típica.
El domingo, el día grande de la festividad, se realiza el gran desfile de las carretas, que comienza en el centro de Escazú y continúa hasta el distrito de San Antonio. A su llegada, los boyeros y sus carretas recibirán la bendición del párroco de la comunidad.
Para el viajero es una oportunidad única de tomar contacto de forma directa con las tradiciones del pueblo “tico” a través de esta manifestación cultural.