Pedir un crédito al consumo sale muy caro
Imaginemos, por ejemplo, que queremos comprar una vivienda media que cuesta unos 187.500 euros. En este caso, la hipoteca que nos conceda el banco tendrá un importe de 150.000 euros (un 80%), así que deberemos tener ahorrados 37.500 euros para cubrir la parte no financiada y 28.125 euros adicionales (aproximadamente un 15%) para pagar los gastos de constitución del préstamo y los de la escrituración de la compraventa.
Si firmáramos un préstamo personal con un interés medio del 7% para financiar esa última partida y lo reembolsáramos en diez años, la cuota mensual del producto ascendería a 326,56 euros. Esta se sumaría a la mensualidad de la hipoteca, que sería de 599,90 euros con un plazo medio de 25 años y un interés medio del 1,5%. Por lo tanto, durante los primeros diez años tendríamos que pagar 926,46 euros al mes, un 54,44% más que si no financiáramos los gastos de escrituración con un crédito al consumo.
Además, contratar un préstamo personal también aumentaría significativamente el esfuerzo económico a realizar cada mes para pagar las cuotas. Por ejemplo, si cobráramos 2.500 euros entre todos los titulares, necesitaríamos cerca de un 24% de nuestros ingresos para cubrir el importe de las mensualidades de la hipoteca. Pero al sumarle el coste del crédito al consumo, esa cifra se elevaría hasta el 37%, lo que se sitúa por encima del porcentaje recomendado para abonar las deudas financieras.
Firmar una hipoteca 100 tampoco es un buen negocio
Otra opción que valoran muchos consumidores es pedir una hipoteca al 90% o al 100% (en vez de al 80%) para que los gastos de escrituración queden cubiertos. Según el comparador HelpMyCash.com, esta tampoco es una buena solución, dado que al aumentar el importe del préstamo, las mensualidades a pagar cada mes también se encarecerían o habría que alargar el plazo, lo que saldría más caro a la larga. Además, hay que decir que los bancos no suelen estar dispuestos a conceder más del 80% del valor de la vivienda.
Veámoslo con el ejemplo anterior: para una hipoteca de 150.000 euros al 1,5% a devolver en 25 años la cuota mensual sería, como hemos dicho, de 599,90 euros. En cambio, si el préstamo fuera de 187.500 euros, las mensualidades subirían hasta los 749,88 euros. En el caso de que alargáramos el plazo hasta los 30 años para reducir ese importe, pagaríamos 647,10 euros al mes, pero a la larga la hipoteca nos costaría más dinero en intereses.
A modo de conclusión, desde HelpMyCash.com afirman que lo mejor que puede hacerse si no se dispone de fondos propios suficientes para pagar los gastos es esperar un tiempo hasta haber ahorrado el dinero necesario. En caso de pedirse una hipoteca 100 o un préstamo personal, es imprescindible asegurarse de poder hacer frente a los pagos mensuales y no dedicar más del 35% de los ingresos al abono de las cuotas.