"Como era de esperar en un año marcado por el cambio de modelo y la consiguiente reducción del volumen de fabricación, el beneficio después de impuestos se ha reducido respecto a la cifra extraordinariamente alta alcanzada en 2016, pero se ha mantenido en el nivel medio de los últimos cinco años", explica Ingo Neubert, director de Finanzas de Volkswagen Navarra. Las razones de ese moderado descenso se pueden encontrar también en las altas inversiones llevadas a cabo para el lanzamiento del nuevo Polo y del segundo modelo, y su consiguiente repercusión en la partida destinada a las amortizaciones, así como en la reducción de la liquidez neta.
El año 2017 concluyó para Volkswagen Navarra con la fabricación de 244.127 unidades del Volkswagen Polo y con una plantilla, a 31 de diciembre, de 4.893 trabajadores. El 90% de la producción fue destinada a la exportación, con un 10% de la fabricación dedicada al mercado nacional. Entre las exportaciones, Alemania fue el primer destino del Polo fabricado en Pamplona, con un 20,1% de la producción, seguido de Italia, con un 15,7%, y Francia, con un 15,2%. En quinto lugar se situó Reino Unido, con un 5,2%, y en sexta posición finalizó Turquía, con un 4,5%.