Lifestyle

El cigarrillo electrónico cumple 55 años consolidado como una herramienta efectiva en la lucha contra el tabaquismo

Herbert A. Gilbert registró la primera patente del e-cig el 17 de abril de 1963

Miércoles 18 de abril de 2018
Desde el registro de la primera patente en 1963, los vaporizadores personales han evolucionado para ser menos nocivos y adaptarse a las demandas de los fumadores adultos.

Han pasado ya 55 años desde que Herbert A. Gilbert, un fumador en busca de alternativas más seguras al tabaco, registrase un 17 de abril de 1963 la primera patente de lo que entonces llamó un “cigarrillo sin humo ni tabaco”. La Unión de Promotores y Empresarios del Vapeo (UPEV) conmemora el 55 aniversario de la invención del cigarrillo electrónico, que se ha consolidado como una herramienta efectiva en la lucha contra el tabaquismo.

Se trataba de una novedosa idea y algo extravagante, ya que en aquella época todo el mundo fumaba. Su propuesta partía de la eliminación de la combustión y de las sustancias tóxicas presentes en el tabaco. De esta manera, Gilbert sembraba el concepto de lo que hoy son las políticas de reducción de daños causados por el tabaco, ofreciendo una alternativa que permitiría a los fumadores adultos sustituir los cigarrillos de tabaco convencionales por un invento mucho menos nocivo.

Gracias a esta primera patente, se daba salida a una carrera de innovación que ha desarrollado cada año vaporizadores más novedosos y fiables. El éxito en conseguir que miles de personas cambiaran el tabaco por los e-cigs, optando por consumir nicotina de una manera mucho menos perjudicial, marcó el momento en el que las estrategias públicas de lucha contra el tabaco se aliaron con la inversión de la industria del cigarrillo electrónico.

Tanto es así que la idea de reducir los riesgos derivados del tabaquismo ya está presente con fuerza dentro de los planes de algunos de los países más avanzados en cuanto a políticas antitabaco se refiere. Reino Unido, Estados Unidos, Canadá o Nueva Zelanda han incorporado ya el cigarrillo electrónico como herramienta para combatir el tabaquismo, ampliando las opciones de aquellos fumadores que no consiguen abandonar el hábito tabáquico.

Igualmente, varias asociaciones médicas se han dado cuenta de la oportunidad que presentan estos dispositivos para reducir al mínimo el número de fumadores en el mundo. El Royal College of Physicians del Reino Unido, la Asociación Americana contra el Cáncer, o la Asociación Australiana por la reducción del daño de tabaco se sumaron inmediatamente a la petición de incorporar estos dispositivos a las estrategias nacionales de lucha contra el tabaquismo.

De hecho, el Ministerio de Sanidad británico emitió recientemente un informe en el que reflejaba que, gracias a los vaporizadores personales, se están reduciendo las tasas de tabaquismo debido a la efectividad de las políticas de reducción de daños. A esto también ha ayudado la evolución de los cigarrillos electrónicos ya que, desde aquella primera patente, se han adaptado a las necesidades y demandas de los fumadores para constituir una alternativa al tabaco más efectiva y menos perjudicial.

Según los datos de UPEV, en España ya se registran 450.000 vapeadores, una cifra que confirma que cada vez más fumadores adultos están pasándose al vaporizador personal para evitar aspirar todas las sustancias tóxicas presentes en los cigarrillos convencionales. Aunque la primera patente se registró hace ya 55 años, ha sido en la última década cuando el cigarrillo electrónico ha entrado con fuerza como herramienta contra el tabaco. Precisamente, ha sido en estos años cuando las políticas sanitarias han tomado conciencia de la situación que afrontan muchos fumadores, por lo que buscan ofrecerles alternativas reales.

En palabras de Arturo Ribes, presidente de UPEV: “La figura de Herbert A. Gilbert es esencial para entender el rumbo que está tomando la lucha contra el tabaco. Desde que se tomó conciencia de los riesgos del tabaquismo, los fumadores que no podían superar su adicción han buscado alternativas de riesgo reducido. La idea patentada por Herbert ha sido el punto de partida de la reducción de daños y tiene el potencial de salvar millones de vidas, tal y como refleja el documental ‘A BillionLives’. En España, el sector está creciendo de forma sostenible, y esperamos que las autoridades sanitarias no cierren los ojos ante esta revolución contra el tabaquismo”.

TEMAS RELACIONADOS: