Al tener un percance o caída con la bicicleta también se pueden ocasionar daños involuntarios a otras personas o a sus bienes. Por ello, si esto ocurre contar con una buena cobertura de responsabilidad civil frente a terceros es una garantía de tranquilidad para hacer frente a un posible gasto imprevisto.
Además si, por ejemplo, mientras circulas por la ciudad repentinamente se abre la puerta de un vehículo y sufres una caída, tener las seguridad de poder acudir al médico, si fuese necesario, es fundamental y una gran ventaja para aquellos que utilizan la bicicleta en un lugar distinto al de su residencia habitual e incluso en el extranjero.
El seguro tampoco puede evitar los daños que haya podido sufrir la bicicleta tras un accidente pero existen coberturas adicionales que ayudan a repararlos, además existen coberturas s que prevén un pago por el robo de la bici.
La contratación del seguro de bici aumentó un 14% en 2017, según se desprende de un estudio de la propia cartera de MAPFRE, además el número de contrataciones de este producto aumenta en los meses de primavera (de abril a julio). En estos cuatro meses las contrataciones suponen el 40% de todo el año.