En este contexto, y al objeto de cumplir los objetivos 2020, la refrigeración evaporativa constituye una tecnología con grandes posibilidades, ya que garantiza la eficiencia energética y el cuidado del medioambiente.
Para el tejido empresarial e industrial, el cumplimiento de estos objetivos es prioritario y la forma de conseguirlo pasa por la reducción del gasto asociado tanto al uso generalizado del aire acondicionado como a la elevada demanda de frío en los procesos industriales, los principales responsables de la gran demanda energética existente en la actualidad. En este contexto, la demanda de las grandes y pequeñas empresas representa un peso específico: alrededor del 30% del total frente al 13% que supone aproximadamente el sector servicios. La metalurgia, la industria química, la producción de productos minerales no metálicos, la fabricación de vehículos de motor o la industria de la alimentación son algunas de las que generan mayor consumo.
En todos los sectores mencionados el frío interviene en los procesos de fabricación y la producción de este frío requiere, a su vez, de energía eléctrica. De hecho, el mantenimiento de la temperatura correcta de los fluidos o de las salas dentro de estas industrias es tan importante que puede tener un enorme impacto en la rentabilidad de las plantas. Los procesos de manipulación y fabricación de productos terminados son muy largos y, casi en cada paso, se necesita algún tipo de enfriamiento y/o calentamiento.
En primer lugar, el enfriamiento evaporativo, utilizado en las instalaciones frigoríficas y de aire acondicionado con condensación por agua, es un proceso natural que utiliza el agua como refrigerante y que se aplica para la transmisión a la atmósfera del calor excedente de procesos y máquinas térmicas. En consecuencia se reduce el efecto invernadero al limitarse las emisiones de CO2 indirectas gracias al ahorro de energía eléctrica consumida, y directas, por el al menor riesgo de fugas de gases refrigerantes.
En segundo lugar, estos equipos ofrecen una combinación idónea de uso de energía y coste de instalación, que deriva en una óptima relación inversión/rendimiento frente a soluciones similares:
La Unión Europea hace hincapié en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en hasta un 20% y el incremento en el mismo porcentaje de la eficiencia energética, dos objetivos estrechamente relacionados. La eficiencia energética es una de las mejores alternativas para reforzar la seguridad y el abastecimiento energético y reducir, en consecuencia, las emisiones de gases de efecto invernadero para poder alcanzar un crecimiento sostenible.
Fuente: AEFYT