Motor

Opel Crossland 1.6 turbo d 120

Atractivo, manejable, juvenil….

Mariano García Viana | Lunes 23 de abril de 2018
Hace unos meses que Opel comenzó una auténtica ofensiva SUV, primero fue el Mokka, luego ha sido el Crossland X y posteriormente el Grandland X, con ellos cubren gran parte de los segmentos donde “operan” la mayoría de los crossovers de la competencia.

En esta ocasión vamos a analizar el modelo medio, el Crossland X, que de alguna forma sustituye al Meriva, el monovolumen medio de la marca, pues siguiendo la corriente actual y que cada día se extiende más, muchos SUV sustituyen a los monovolúmenes dentro de las gamas de los fabricantes. El Crossland es un coche muy conseguido, adquiere la personalidad de la marca, sobre todo en su frontal, pero asume unas líneas modernas, bien definidas y hasta desenfadadas, que respiran un alto nivel de practicidad y una excelente manejabilidad, todo ello acompañado por un equipamiento de lo más completo.

Como decimos el Crooland es un Opel y se identifica fácilmente como tal, a pesar de sus compactas dimensiones de 4.212 milímetros de longitud, 1.765 mm de ancho y 1.605 mm de altura. Los rasgos distintivos de la marca se centran en la calandra marcada típica y por las recientes las alas que abrazan el logo del “Blitz” de Opel. Los faros con tecnología Led, en forma de álabe a cada lado de la carrocería se prolongan ligeramente por los laterales. El techo está pintado de otro color al general de la carrocería, en este caso en color gris acero, lo que todavía da al conjunto un aire más moderno y juvenil. Los pasos de rueda disponen de unos aletines de plástico sin pintar y lo mismo ocurre con parte de los paragolpes y las bandas que recorren la carrocería y la zona baja de las puertas. Los grupos ópticos posteriores se sitúan en posición bastante alta, por lo que se “comen” parte de la parte inferior de la luneta que esta protegida en su zona alta por un alerón de mediano tamaño. El paragolpes tiene una zona que imita al aluminio, a modo de difusor, en su parte inferior y hasta su borde llega el portón que da acceso a un correcto maletero en lo que a capacidad se refiere, 410 litros con las dos filas de asientos montadas y puede llegar hasta los 1.255 litros si se abate la segunda fila, que puede hacerlo en su totalidad o al 60/40. También esta fila se puede desplazar mediante carriles hacia delante y aumentar la capacidad del maletero hasta los 520 litros sin necesidad de abatirlos. Desde luego es aspecto del Crossland X es impecable, parece un verdadero SUV, pero no lo es pues es incluso algo más bajo que el Mokka, porque éste puede tener tracción integral y circular fuera de la carretera y el Crossland, solo es tracción delantera. Es un bonito turismo práctico y manejable.

El interior del coche esta muy bien conseguido y se aprovecha al máximo su habitabilidad. Por todos lados encontramos útiles huecos para dejar objetos, además de las bolsas de las puertas, existen otros entre los asientos delanteros, delante de la palanca de cambios y una guantera de buena capacidad, iluminada y ventilada. El salpicadero tiene un diseño bastante rectilíneo y resulta atractivo. El cuadro con la instrumentación analógica, es fácil de interpretar y en el se reflejan las informaciones más útiles y habituales. Es de destacar que se cuenta también con el Heat-up Display, la lámina de plástico que se levanta tras el cuadro frente al conductor y ofrece datos de la velocidad a la que circulamos, el funcionamiento del asistente de conducción y los gráficos de la navegación. En el centro del salpicadero se sitúa la pantalla táctil multifunción IntelliLink de 8 pulgadas, que es compatible con Android Auto Google y CarPlay de Apple. Además tiene conexión inalámbrica a internet mediante una red wifi y por supuesto el sistema OnStar de Opel que permite conectar con un centro de asistencia de la marca para realizar consultas rutinarias o de emergencia.

Los materiales con los que está cubierto todo el habitáculo, si bien no tienen un aspecto muy lujoso, están bien ajustados entre sí y no transmiten vibraciones. Únicamente la parte superior del salpicadero está fabricada con plástico blando; el resto es duro, aunque de buena apariencia. La postura al volante está bien conseguida porque se parece a la que se tiene en un turismo, con el volante poco tendido y los pedales bien situados. Los asientos resultan cómodos y como tienen múltiples reglajes, incluido un alargamiento a la altura de los muslos, no es difícil encontrar la postura ideal ante el agradable volante. El Crossland X esta francamente bien equipado y son muchos los sistemas de ayuda a la conducción con los que se puede contar, además de los más o menos ya habituales de confort. Uno de los sistemas de asistencia al conductor disponibles, que está destinado a hacer más segura la conducción en áreas metropolitanas, es la Alerta de Colisión Frontal con Detección de Peatones y Frenada Automática de Emergencia. El sistema monitoriza la situación del tráfico por delante del vehículo con la cámara frontal y es capaz de detectar coches en movimiento y estacionados, así como peatones (adultos y niños). Esta alerta no sólo hace sonar una alarma y muestra una advertencia visual, sino que también frena automáticamente si la distancia al vehículo precedente o a un peatón disminuye rápidamente y el conductor no reacciona.

Además, la Alerta de Colisión Frontal siempre se combina con un sistema especial de Aviso al Conductor por Somnolencia. Controla el tiempo de conducción y la velocidad del vehículo (por encima de 65 km/h) y es capaz de alertar al conductor en caso de que la forma de conducir sugiera somnolencia. El primero de los tres niveles de aviso tiene lugar después de dos horas conduciendo a velocidades superiores a 65 km/h. Este mensaje emergente y la alerta sonora se repiten cada hora si no se apaga el motor durante una pausa. Se producirá un aviso de nivel 2 con un mensaje en el panel de información al conductor y una alerta sonora si el sistema detecta un comportamiento peligroso al conducir, mientras que habrá un aviso de nivel 3 con un mensaje diferente en el cuadro de instrumentos del conductor y una alerta sonora más fuerte después de tres advertencias de nivel 2. El sistema se reinicia al conducir a velocidades inferiores a 65 km/h durante 15 minutos consecutivos. Además del detector de vehículos en el ángulo muerto, aviso de cambio involuntario de carril, etc,, el Crossland X, dispone de Cámara Panorámica de visión trasera que aumenta el ángulo de visión por detrás del coche a 180 grados, de modo que el conductor puede, por ejemplo, ver a otros usuarios de la carretera acercándose desde cualquier lado al avanzar marcha atrás. Mientras tanto, la última generación de Asistente Avanzado de Aparcamiento facilita aún más el estacionamiento. Identifica los sitios de aparcamiento adecuados y aparca el vehículo automáticamente. También puede salir de forma automática del lugar en el que se ha estacionado. En ambos casos, el conductor sólo ha de manejar los pedales. Y durante los meses de invierno, la calefacción en el volante y el parabrisas aumentan la comodidad y la seguridad.

Con estos sistemas es fácil intuir que conducir este compacto crossover es de lo más sencillo, tanto en carretera como en ciudad, donde por su tamaño contenido se encuentra como pez en el agua. En esta ocasión hemos contado con el motor diésel de cuatro cilindros de 1.6 litros que tiene un rendimiento de 120 CV a 3.500 r.p.m. y un par de 300 Nm a 1.750 r.p.m., datos que confirman que nos encontramos con una motorización muy agradable de utilizar tanto en ciudad como en carretera, pues dispone de unas excelentes recuperaciones (de 80 a 120 km/h en solo 10,5 segundos) y es capaz de acelerar desde parado con una gran prontitud (de 0 a 100 km/h en 9,9 segundos) y lo que es más importante para el bolsillo, que su consumo apenas llega a los 4 litros de media, utilizando el coche en ciudad y con decisión y prontitud en carretera. Su velocidad máxima se cifra en los 190 km/h. La caja de cambios manual de 6 velocidades tiene un manejo suave y bastante preciso, aunque quizás los recorridos resulten algo largos.

Por su parte la suspensión, con McPherson delante y rueda tirada detrás, sujeta al coche con firmeza, tanto que a veces en terrenos un tanto bacheados resulte un poco brusca. La dirección se muestra precisa y los frenos no plantean el más mínimo problema aunque se utilicen con profusión. En definitiva un crossover menos crossover que un Mokka X, por su falta de tracción integral y su menor altura con respecto a suelo, pero más turismo, confortable y amplio, a la vez que conserva unas dimensiones contenidas que le hacen muy manejable y práctico.


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