La casa originalmente tenía aproximadamente 800 m2 construidos y repartidos en sótano, planta baja y primera planta con cuatro habitaciones, pero después de la ampliación cuenta con más de 1000 m2, se ha añadido un nuevo volumen en la planta baja para dar cabida al comedor y otro volumen en la primera planta para aumentar a nueve el número de habitaciones de la casa. La distribución de la planta baja está especialmente diseñada para que la vivienda sea lo más funcional posible, predominando los espacios diáfanos y dando especial protagonismo a la luz con un lucernario que dota a la casa de una iluminación natural y otorga una mayor sensación de amplitud al espacio central de la vivienda. La entrada de la casa recibe con distribuidor principal a doble altura con acceso, por un lado, a la zona de lectura-bar y, por el otro, al comedor de diario. Desde aquí se entra de frente en el salón y de aquí al comedor principal, situado en un nuevo volumen.
En el ala derecha de la casa se puede encontrar la amplia cocina, con una isla central de acero industrial, uno de los dormitorios, la sala de juegos y el gimnasio.
En la primera planta y, distribuido entorno al lucernario para dar mayor luminosidad, encontramos el resto de las habitaciones, todas ellas con baño privado. En el sótano se ha habilitado una bodega que cuenta con una zona climatizada para guardar el vino con una mesa central en piedra y, separada por una pared de cristal, la zona de comedor.
El área exterior de esta casa montañesa también incluye una piscina y pabellón con un gran comedor y cocina, además de un dormitorio de invitados para dar mayor intimidad al núcleo familiar y a las visitas.
Para poder impregnar la vivienda de la personalidad rural del norte se ha empleado como elementos protagonistas la piedra en paredes y algunos suelos y, la madera, que termina de darle el toque acogedor y cálido al espacio interior. Además, la mayor parte del mobiliario ha sido diseñado por Lalzada, adaptando cada pieza a los gustos y las necesidades del cliente.
Creatividad, perfeccionismo, compromiso y visión global son los 4 pilares sobre los que se asienta Lalzada, uno de los estudios de arquitectura, diseño e interiorismo con mayor proyección del momento.